domingo, 22 de noviembre de 2009

Las ironías de la historia: Méndez Núñez

(Escrito con ocasión del secuestro del pesquero Playa de Bakio, recupera ahora toda su vigencia con ocasión del secuestro y liberación del pesquero Alakrana, otra gloriosa página para la Armada española, gracias al gobierno)



La historia en su devenir, como el destino, nos depara en ocasiones ironías de lo más curiosas. Y sino, juzgad si lo que a continuación relato no tiene su cierta chispa de ironía.-
Cuentan los libros de historia (y también la wikipedia), que a mediados del siglo XIX vivió un marino español llamado Casto Méndez Núñez, gallego él, ya que nació en Vigo en 1824 (hoy los de la Coruña, perdón A Coruña, discutirían eso de gallego referente a un vigués, más bien portugués para ellos). Este buen marino español fue educado, me imagino yo, en las viejas esencias de las glorias patrias (ya sabéis Lepanto, Covadonga, las Navas de Tolosa, al grito de Santiago y cierra España, etc, esas mismas que hoy conviene olvidar para no socavar la Alianza de Civilizaciones).
Pues bien, este buen marino durante la guerra que enfrentó a España con Bolivia, Chile, Ecuador y Perú (1864-1866), dirigió la escuadra española, bombardeando la ciudad y puerto de Valparaíso en Chile y atacando las espléndidas fortificaciones del puerto del Callao en Perú. En aquella época ambas plazas se consideraban inexpugnables y su ataque más propio de suicidas que de personas cabales. Tanto es así que la última de ellas, El Callao, se defendió con tal fiereza que antes de poder destruir sus baterías, el buen Méndez Núñez perdió por avería dos de sus cinco barcos y terminó el combate herido en su camarote, pero con la satisfacción del deber cumplido. Cuentan las leyendas que pululan en la historia que antes de atacar tan formidables baluartes y a los que le solicitaban mesura y cordura antes de emprender tan loca aventura, les soltó una frase que ha perdurado como ejemplo de defensa del honor y los principios a toda costa: Más vale honra sin barcos que barcos sin honra.
Seguro que todo lo anterior nos parece a los ciudadanos de hoy en día un derroche de honor y valentía más propios del romanticismo del siglo XIX, que del ambiente materialista, practico, hedonista, egoísta, egocéntrico, (virtudes todas ellas) de los albores del XXI. Y si todavía tenéis alguna duda que este buen hombre era evidentemente de otra época muy distinta de la nuestra, para despejarla os diré que, además, al final de su carrera Casto Méndez Núñez fue ascendido a teniente general, ascenso que rehusó. ¡¡ Toma ya !!, con dos cojones, que diría aquel.-
Pues bien, en honor a este glorioso marino español, hoy un barco de la armada española lleva, con todo merecimiento, su nombre: la Fragata Méndez Núñez, botada en el año 2006.-
Y es aquí donde nos acercamos a las ironías que nos depara la historia. Como sabréis, recientemente un barco pesquero español, el Playa de Bakio, fue secuestrado en las Costas de Somalia por unos piratas afroafricanos, que diría aquel locutor tan políticamente correcto, es decir, negros muy negros. El gobierno socialista de Rodríguez Zapatero envió a la zona a la citada fragata Méndez Núñez. Su misión era vigilar el desarrollo del secuestro, proteger a los secuestrados ante cualquier acción violenta de los secuestradores y tranquilizar así, a los pescadores españoles, a sus familias y a la ciudadanía en general.
El gobierno de Zapatero decidió, por la seguridad de los secuestrados, pagar el rescate a los piratas, 1,2 millones, no de reales de vellón, sino de dólares de curso legal. De donde ha salido el dinero es asunto que es mejor no investigar (tal vez sea usted, amigo lector contribuyente, el pagano de esta historia). La entrega la hicieron unos agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), espías vamos, para entendernos, mandados por el gobierno de Zapatero a la zona para tal fin. A salvo los secuestrados, muchos esperábamos que la Fragata Méndez Núñez hiciera honor a su nombre y se lanzara fulgurante, rauda, veloz e intrépida, a apresar a los piratas felones y a recuperar la pasta. Medios tenía para ello sobrados, ya que no en vano está dotada con los más modernos adelantos, que cuestan, dicho sea de paso, no un huevo, sino un huevón.-
Pero nuestro gozo en un pozo. La fragata llego, miró y no hizo nada y los piratas están ahora disfrutando del precio del rescate en algún paraíso, seguramente caribeño, no en la Isla Tortuga, sino algo más actual como Barbados, Playa Bávaro o Punta Cana. Dice el gobierno, justificando su pasividad, que lo hizo para evitar las represalias de los piratas contra los demás pesqueros españoles en la zona. Deben ser estos modernos piratas más temibles que los Morgan o los Barbarroja de antaño, para acojonar, perdón, he querido decir acongojar, a la octava potencia mundial, con una moderna fragata, un avión orión y james bones destinados a la zona.-
Este razonamiento del gobierno puede ser tan bueno como otro cualquiera, pero tal puede ser que ahora decenas de piratas somalíes estén oteando con denuedo el horizonte marino en búsqueda de pesqueros con bandera española, de los que secuestras, pagan y chitón. Que a nadie le amarga un dulce y más si sale de balde.-
En definitiva y aquí está la ironía que nos regala la historia, creo que en esto de los piratas somalíes me da a mí que hemos salido, con barco, pero sin honra, es decir, todo lo contrario que la dichosa frasecita que dijera en sus cinco minutos de gloria el bueno de Casto Méndez Núñez, el cual después de haber visto el triste papel de convidado de piedra que ha representando la fragata que lleva su nombre, debe haberse removido en su tumba del Panteón de Marinos Ilustres en el gaditano pueblo de San Fernando.
Yo, para evitarle más penas, de las que ya de por sí su estado de difunto le procura, votaría por cambiarle el nombre a la dichosa fragata. Sería muy apropiado y acorde al papel jugado ponerle uno como Fragata Rodríguez Zapatero, con algún apelativo añadido como el Dialogante, el Diplomático o el del Talante (no confundir con talentoso). Pero como no está bien ponerle a un barco de la armada el nombre de un ilustre en activo, sería más conveniente otro apropiado tomado de la historia, como por ejemplo Fragata Godoy, que además con esto de la celebración del bicentenario del dos de mayo viene ni que al pelo.-
¿Tiene o no tiene ironía la cosa?.-



NOTA.- El tres de mayo de dos mil once la Audiencia Nacional dicto sentencia contra los secuestradores del pesquero vasco Alakrana en la que se declaraba expresamente que "sin duda alguna no ha sido la empresa armadora sino organismos públicos vinculados al Gobierno español quienes han satisfecho la cantidad que se ha abonado por la liberación de los tripulantes y del propio pesquero". A pesar de ello, el gobierno de España sigue negando haber pagado ningún rescate. "España se merece un gobierno que no nos mienta". Esto es lo que dijo Rubalcaba la noche del día de reflexión previa a las elecciones generales del 14-M-2004 que dieron el triunfo al PSOE. Pues eso.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Cuentos de la Edad Media

La Edad Media es una época en general mal vista y desprestigiada, con fama de oscura, marcada por los fanatismos religiosos, la opresión de los Señores feudales y peligrosa por las guerras y las epidemias mortales. Esta es la imagen que nos han vendido y algo de cierto hay en todo ello, pero de la lectura de libros como el Decamerón o los Cuentos de Canterbury se desprende que también fue una época con una libertad personal y, especialmente sexual, que no encaja con la imagen de la Edad Media que nos han vendido después.
Es cierto que desde la Iglesia Católica se pretendía imponer restricciones al sexo y así, la abstinencia sexual era obligatoria los cuarenta días previos a la Navidad, Pascua o Pentecostés, los domingos y en las festividades de santos y vigilias. Restando todos estos días, a los católicos escrupulosos con los mandamientos de la Santa Madre Iglesia sólo le quedaban 90 días para el fornicio, a los que si restamos los días de la menstruación de la mujer, podían quedarse en tan sólo unos 60. Había quien hacía de la abstinencia virtud. Así Cesáreo, obispo de Arlés, decía que “el buen cristiano no conoce a su mujer si no es con la intención de tener hijos” y el cardenal Robert de Couçon incluso llegaba a decir, el muy iluso, que “al hombre devoto le disgusta sentir placer, pero lo soporta para engendrar hijos”.
Esto es lo que defendían algunos desde las altas instancias de la Iglesia Católica, pero no parece que los propios religiosos predicasen con el ejemplo. En el Sínodo de París de 1074, setecientos años después de que el Concilio de Nicea prohibiese el matrimonio para los sacerdotes, la queja generalizada de los asistentes era que la ley del celibato era insoportable. En la realidad no eran pocos los religiosos que vivían en pareja, incluso con mujeres casadas, situación ésta que en aquella época no se consideraba especialmente escandalosa.
Parece que era de lo mas normal que una pareja viviese juntos sin estar casados. El propio San Agustín, uno de los cuatro más importantes Padres de la Iglesia Católica, opinaba que un concubinato que durase toda una vida podía equipararse al matrimonio. Y éste si que predicaba con el ejemplo, ya que convivió con una mujer durante trece años hasta que decidió casarse como Dios manda.
Las crónicas de la época están plagadas de anécdotas que demuestran que las costumbres sexuales de aquella época eran muy distintas de las de ahora, puritanas en extremo. Así por ejemplo, cuenta la historia que el rey Luis IX de Francia aprovechaba cualquier ocasión y momento del día para acosar a la reina consorte Margarita de Provenza, con gran disgusto de la reina madre que no compartía los ardores del hijo. Las bajas pasiones de la real pareja llegaban a tal extremo que llegaron a citarse en una escalera de caracol que comunicaba los aposentos de ambos, y cuando se acercaba la reina madre, los criados golpeaban las puertas para advertir a la pareja que regresaba rauda a sus respectivos aposentos. Esta pequeña debilidad del Rey Luis IX por el sexo no fue obstáculo para que a su muerte fuera canonizado. La reina consorte Margarita de Provenza también fue una buena santa, aunque sin canonizar, ya que la real pareja tuvo ni más ni menos que once hijos.
Otro ejemplo. La dinastía de los Merovingios que gobernó Francia entre los siglos V y VIII tenía dos tipos de matrimonio: el formal y otro de andar por casa, sin que fueran incompatibles el uno con el otro. Así cuando Indegonda, la esposa de Clotario, le pidió a su esposo el Rey que buscara un buen marido para su hermana, éste le dijo que “he decidido concederte el favor que tu dulzura me ha pedido. Y al buscar al hombre rico e inteligente que debía casarse con tu hermana, no encontré uno mejor que yo mismo”. Y se casó con las dos sin problemas.
Y cuando surgían las desavenencias en la pareja, cada uno tiraba por un lado y se acabó. No obstante, desde la Iglesia Católica se intentaba establecer un cierto orden y se distinguía según hubiera o no adulterio, por la mujer claro, que el hombre podía hacer lo que le saliera del pijo, nunca mejor dicho. Así entre los Dichos de San Pirmino, escritos en el siglo VIII, figura éste que es encantador: “Allí donde haya adulterio o sospecha de adulterio, la mujer será expulsada, sin más. Pero si la esposa estéril, deforme, vieja, si es sucia, borracha, mala compañía, lasciva, vanidosa, glotona, inconstante, pendenciera, si es proclive a la injuria, el esposo guardará consigo a la mujer de esta calaña, de buen grado o por fuerza, fuera como fuese, porque cuando eras libre te comprometiste voluntariamente”. O sea que si te ha tocado el premio gordo, te jodes, haber elegido mejor.
Y ya para finalizar otra historieta que ilustra como funcionaba el tema sexual por el medievo. Pedro Abelardo, fílósofo y teólogo francés, uno de los padres de la Escolástica, que es algo así como un revival de la filosofía grecolatina pasada por la túrmix del cristianismo, se enamoró perdidamente de una tal Eloisa, sobrina de un canónigo y de una inteligencia asombrosa para su sexo y su época. Abelardo, a pesar de su formación platónica, era partidario de un amor no tan platónico, y claro la susodicha Eloisa se quedó preñada. La pareja que no contaba con el consentimiento del tío de ella para casarse, optó por una socorrida solución de la época: secuestrar a la futura novia para negociar los términos de la boda con la familia de ésta. Abelardo y Eloisa deciden casarse en secreto y las disputas con la familia de la novia continúan hasta que una panda de secuaces asaltan a Abelardo en su casa y lo castran, otra fea costumbre del medievo. Abelardo decide ingresar en un monasterio y le pide a Eloisa que haga lo mismo en un convento. Desde su reclusión voluntaria ambos se dirigirán reciprocas cartas de amor, afectivas las de él, un poco subidas de tono las de ella. Y sino juzgad esta que le escribe Eloisa “Los placeres amorosos que hemos disfrutado juntos tienen para mí tanta dulzura que no logro detestarlos ni expulsarlos de mi recuerdo. Incluso durante las solemnidades de la misa, asaltan mi pobre alma y la invaden mucho más que el oficio. Lejos de lamentar los errores que he cometido, suspiro por los que ya no puedo cometer”. Luego vino Santa Teresa e inventó el amor místico, pero creo que era algo distinto a lo que experimentaba Eloisa.

jueves, 15 de octubre de 2009

El patrimonio de los ministros

Cumpliendo con lo exigido por la ley 5/2006, de 10 de abril, reguladora de los conflictos de intereses de los miembros del gobierno y de los altos cargos de la Administración General del Estado, el Boletín Oficial del Estado ha publicado el día 15 de octubre la Resolución de 13 de octubre de la Secretaría de Estado para la Función Pública por la que se hace pública la declaración de bienes y derechos patrimoniales de los miembros del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
La declaración se ha publicado el último día del plazo estipulado reglamentariamente para hacerlo, ya que finalizaba el mismo día 15 de octubre, y adolece de graves defectos que impiden hacerse una idea del patrimonio de los ministros y altos cargos de la Administración General del Estado. El principal de esos defectos es que los inmuebles se valoran por su valor catastral que, como es sabido, es un valor fiscal que sirve para el cálculo de determinados impuestos, principalmente el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, pero que es un valor muy inferior al valor de mercado. Normalmente el valor de mercado o precio de venta de un inmueble urbano suelo ser seis o siete veces superior al valor catastral. Basta echar un vistazo al valor catastral que viene en cualquier recibo del Impuesto sobre Bienes Inmuebles para comprobar que éste es muy inferior al valor real de dicho inmueble. Otro de los defectos de la declaración es que la normativa, amparándose en razones de seguridad y privacidad, permite que se haga una mera estimación del valor de los bienes y de las deudas, pero sin enumerarlos, clasificarlos, ni especificar la situación en el caso de los inmuebles. De esta forma queda saboteada la finalidad de la norma que no es otra que clarificar y despejar cualquier duda sobre el origen y cuantía del patrimonio de los ministros y altos cargos de la Administración y el resultado es más oscurecedor que clarificador.
De los ministros del gobierno, Rubalcaba, Sebastián y Garmendia, son los que mayor patrimonio acumulan. La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, declara casi 5 millones de euros, siendo la que mayor patrimonio tiene de todo el Gobierno. Del patrimonio declarado por la ministra, 1,4 millones de euros lo son en inmuebles, si bien estos se han valorado por su valor catastral, y el resto de 3,5 millones de euros en otros bienes. Si tenemos en cuenta que el valor real o de mercado de un inmueble suele ser 6 o 7 veces superior a su valor catastral, posiblemente el patrimonio inmobiliario de la ministra del gobierno socialista supere realmente los 8 millones de euros, 1.330 millones de las antiguas pesetas. A esta cantidad habría que sumar los 3,5 millones de euros en otras propiedades también declaradas, lo que hace un activo patrimonial total de 11,5 millones de euros, 1.913 millones de las antiguas pesetas. Como contrapartida, en el pasivo la ministra declara que entre créditos, préstamos y deudas acumula un total de 581.347 euros. No obstante, no parece que la ministra socialista vaya a tener problemas para llegar a final de mes.
Después de la ministra de ciencia y tecnología, le siguen en el ranking millonario del gobierno el ministro de Industria Miguel Sebastián con 1,7 millones de euros y el ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba con un patrimonio declarado de 1,2 millones de euros. Ninguno de los dos tiene deudas. Respecto al patrimonio de ambos ministros se abre una incógnita. Frente a bienes inmuebles valorados catastralmente en 316.000 euros y 109.000 euros, respectivamente, declaran otros bienes, no especificados, valorados en 1,3 millones de euros en el caso del ministro de Industria y de 1,11 millones de euros, en el del ministro del Interior. La parquedad de la normativa que regula esta declaración patrimonial impide que conozcamos de que tipo de bienes se trata.
En el polo opuesto, entre los ministros más “pobres” del gobierno socialista está Manuel Chaves, vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, que con un patrimonio declarado de 68.964 euros, de los que 46.502 son inmuebles y 22.461 otros bienes, ocupa el penúltimo lugar entre los miembros del Gobierno. Sorprende el escaso patrimonio de Manuel Chaves si tenemos en cuenta su larga carrera política como ministro en diversos gobiernos socialistas y presidente de la Comunidad Autónoma andaluza desde 1990 hasta el presente año 2009, donde tenía un sueldo anual que superaba los 80.000 euros.
No menos curioso es el caso de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, que es la que cuenta con un menor patrimonio entre todos los ministros del gobierno de Zapatero. En el activo la ministra declara 21.415 euros en inmuebles, según valor catastral, y 17.503 euros en otros bienes, lo que suma un total de 38.918 euros, pero en el pasivo declara créditos, préstamos y deudas por un total de 109.722 euros, por lo que la ministra de Igualdad tendría un gravísimo problema de desigualdad en sus cuentas, ya que debe más de lo que tiene y debería declararse sin más demora en suspensión de pagos. Esta ridícula situación viene dada por que, como se ha dicho antes, los inmuebles se han declarado por su valor catastral, muy inferior al real, y sin embargo las deudas se declaran por su total importe. Corregido este desajuste en la valoración, es seguro que las cuentas de la ministra están más equilibradas de lo que se deduce de esta declaración patrimonial.
En definitiva, la intención de hacer público el patrimonio de los ministros y altos cargos es buena, pero por culpa de la deficiente forma en que se ha hecho, con valores que no son reales y bienes que no se especifican aunque sea someramente, el resultado ha sido más bien decepcionante, con lo que se corre el riesgo de provocar el efecto contrario al deseado arrojando sospechas sobre el origen y cuantía real del patrimonio de algunos de los cargos públicos.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Rafael Alberti: ¿torturardor durante la Guerra Civil?

El pasado domingo dos de agosto el suplemento “Crónica” del diario El Mundo publicaba una entrevista a Antonio Hortelano, religioso redentorista al que se le ha detectado un cáncer de pulmón en fase terminal y que vive sus últimos momentos de vida trabajando en la elaboración de un libro con sus memorias. El libro promete ser interesante, ya que la vida del sacerdote parece de película. Antonio Hortelano trabajó como espía para los servicios secretos del Vaticano y para el Mossad, rechazó una propuesta de la CIA para trabajar para ellos denunciando a los teólogos radicales de la Teología de la Liberación y vivió de cerca todos los acontecimientos históricos de los últimos tiempos, la Guerra Civil, la entrevista entre Franco y Hitler en Hendaya, el mayo del 68, o la Caída del Muro de Berlín, codeándose con los grandes personajes de la historia como Golda Meir, Moshé Dayán, Salvador Allende, monseñor Romero o los últimos Papas.
En la entrevista publicada por el Suplemento de El Mundo el religioso Antonio Hortelano hace una durísima acusación contra el poeta Rafael Alberti y su papel durante la Guerra Civil española. “Metía a los prisioneros en cabinas de teléfonos con las paredes electrificadas con alta tensión”. Tal vez por efecto de las vacaciones estivales casi nadie se ha hecho eco de estas declaraciones, ya sea para desmentirlas o reafirmarlas. En la prensa escrita únicamente Alfonso Ussía el pasado uno de septiembre hacía referencia a las palabras de Antonio Hortelano en su columna del diario La Razón bajo el significativo título de “Ni mu”. Después de llamar la atención sobre la ausencia de comentarios y reacciones a las acusaciones realizadas por el sacerdote al borde de su muerte, Alfonso Ussía reseña las palabras de Antonino Hortelano sobre Alberti y añade más detalles sobre la actuación del poeta gaditano durante la Guerra Civil, en concreto en relación al asesinato del dramaturgo Pedro Muñoz Seca, autor de la conocidísima La Venganza de Don Mendo, fusilado en una de las sacas de Paracuellos. Dice Ussía en su artículo: “El hermano de Rafael Alberti, Vicente, gran amigo de Pedro Muñoz-Seca, portuense como ellos, le rogó encarecidamente que hiciera algo para sacar a don Pedro del cautiverio de la checa de San Antón y salvar su vida. No movió ni un dedo. Vicente Alberti era el íntimo amigo del hermano de Pedro Muñoz-Seca, el doctor José Muñoz-Seca, un joven y brillante pediatra con firmes convicciones republicanas. Don Pedro era monárquico y colaborador de «ABC», además de autor teatral de indiscutible éxito. Vicente Alberti se interesó en numerosas ocasiones, acuciado por su amigo el doctor Muñoz-Seca, por el dramaturgo del Puerto de Santa María encarcelado. Se interesó ante su hermano Rafael, el gran poeta dedicado en la cómoda retaguardia de Madrid a visitar checas y prisiones. Al fin, en la primera quincena del mes de diciembre de 1936, Rafael Alberti se puso en contacto con su hermano para darle noticias de Muñoz-Seca. «Lo fusilamos en noviembre».””
Alfonso Ussia habla del asunto con conocimiento de causa, ya que Pedro Muñoz Seca era su abuelo materno y por lo tanto es de suponer que lo que cuenta sobre el asesinato del dramaturgo proviene de fuentes familiares directas.
No es la primera vez que sale a relucir revelaciones sobre el turbio pasado de Rafael Alberti durante la Guerra Civil. Ya en el año 1993 con ocasión de la concesión del premio Espejo de España a la obra “Franco sí, pero”, de Torcuato Luca de Tena, a cuento de lo que en el libro se decía sobre Rafael Alberti se abrió una polémica en la prensa escrita en la que intervino Ricardo de la Cierva, Francisco Umbral, Javier Tusell, el autor del libro y el propio Alberti, con cruce de cartas que se publicaron en la prensa escrita. En una que se publicó en el ABC el 18 de marzo de 1993, Rafael Alberti afirmaba que “es bien sabido que mis actividades durante la guerra se desarrollaron siempre en el ámbito cívico-cultural”. En su libro “La arboleda perdida” Alberti nos cuenta que la Guerra Civil le sorprendió en Ibiza, dominada por los nacionales hasta que el 8 de agosto pudo salir de la isla cuando fue conquistada por la escuadra republicana del capitán Bayo, pasando de allí a Valencia y luego a Madrid, donde permaneció hasta el final de la contienda civil realizando labores de propaganda sobre todo vinculadas al 5º Regimiento.
Sin embargo lo que en los últimos años se ha ido sabiendo de la actuación de Rafael Alberti durante la Guerra Civil va más allá de lo que se podrían considerar labores de propaganda. Cuando Rafael Alberti llegó a Madrid comenzó a trabajar activamente en la Alianza de Intelectuales Antifascistas donde actuó como Secretario político. El 23 de agosto de 1936 se celebró una asamblea dentro de la Alianza donde fue constituido el Comité de Depuración formado por Maroto, Luengo, Abril y el propio Rafael Alberti. Como su nombre indica la labor de este Comité de Depuración era determinar quiénes del mundo de la cultura debían ser “depurados” y fue uno de los muchos Comités de ese estilo que se constituyeren en la vorágine revolucionaria de la España republicana para limpiar la Universidad, la Cultura o la Administración de lo que los revolucionarios consideraban “enemigos de la República”. Como actuaban estos Comités de Depuración en los primeros meses de la Guerra Civil podemos verlo en la carta que el profesor Manuel García Morente publicó en París el 23 de octubre de 1936 después de escapar de Madrid: “A poco supe confidencialmente que se había constituido ... una comisión de depuración (tal era la palabra usada) al profesorado de Universidad. Esa comisión propuso la cesantía de varios catedráticos de la Facultad de Filosofía y Letras. La lista iba encabezada con mi nombre. Los comisionados consideraban urgente el sacrificio de mi persona ... En virtud de la comisión llamada depuradora mi nombre iba a ser publicado como cesante y mi persona entregada a las ruines pasiones de los asesinos; hube de pensar en la necesidad de abandonar Madrid”.
También durante la Guerra Civil Rafael Alberti escribio en el ABC de Madrid, incautado por los revolucionarios, una columna desde la que dirigía sus dardos contra personajes relevantes y que tenía el significativo título de "A paseo", un siniestro nombre si tenemos en cuenta lo que en la España del 36 significaba que a uno le dieran "el paseo".
Al final de la Guerra Civil Rafael Alberti y su compañera María Teresa León se exiliaron en París, viajando después a Buenos Aires y Roma. No regresó a España desde el exilio hasta el año 1977, siendo elegido Diputado por el Partido Comunista de España en las primeras elecciones democráticas, aunque pronto renunció a su acta de diputado. Alberti nunca abandonó su militancia activa en el Partido Comunista, al que se afilió a principios de los años 30, dedicando en 1953 unos sentidos versos a José Stalin:

José Stalin ha muerto
Padre y maestro y camarada
Quiero llorar, quiero cantar
Que el agua clara me ilumine
Que tu alma clara me ilumine
En esta noche que te vas

Triste es leer estos versos dedicados a uno de los genocidas más sangrientos de la historia de la humanidad, pero más graves son los detalles que se están conociendo sobre su pasado durante al Guerra Civil que están manchando el historial de uno de los poetas más grandes de la Generación del 27.

viernes, 28 de agosto de 2009

Por qué no veo cine español

¿Puede un negocio sobrevivir cuando sus representantes más notorios gozan atacando e insultando a buena parte de sus potenciales clientes? La situación del cine español visto desde la perspectiva del centro derecha.
“No se puede insultar al votante y a las ideas que defiende y esperar que cuando la campaña electoral termine una especie de amnesia colectiva les lleve como borregos a las colas de los cines a ver las películas salidas de las manos de los que hasta hace tres días les llamaban imbéciles”
Anda el convergente Ignasi Guardans, nombrado por el gobierno socialista Director del Instituto de la Cinematografía, paseándose por los platos radiofónicos y televisivos de España defendiendo las bondades del cine español, lo que es lógico ya que para eso le han nombrado y para eso le pagamos. Difícil lo tiene el señor Guardans. Según los últimos datos oficiales publicados por el Instituto de Cinematografía que dirige, el cine español tuvo en el primer semestre de este año 2,3 millones menos de espectadores que en el mismo periodo de 2008. La cuota de pantalla del cine español se situó en julio en el 9,9 por ciento, unos tres puntos por debajo de la que tuvo al final del 2008, un 13,18 por ciento. La película Camino, la triunfadora en la última gala de los Premios Goya, es un ejemplo de la pésima situación del cine español. Con un presupuesto de 5 millones de euros, hasta que fue galardonada con seis goyas sólo había recaudado 1,5 millones en taquilla desde su estreno el 17 de octubre del año pasado y hoy no está ni entre las diez películas más taquilleras. Y es la punta del iceberg. Detrás de ella hay decenas de películas de producción nacional que ni siquiera llegan a estrenarse en las salas de cine. No sólo es baja la asistencia a las salas de cine, las películas españolas también están en la cola de las películas más alquiladas en los video clubes y en las descargadas en internet. Viendo las estadísticas parece evidente que hay un divorcio entre el cine español y buena parte de la sociedad española.
Parte de la culpa de este fracaso está en la falta de conexión entre los cineastas y el gusto de los espectadores. Parece que las películas que se hacen en España, salvo honrosas excepciones, no interesan al gran público. Pero también parte de la culpa de la situación del cine español la tiene el posicionamiento político que un buen número de actores, actrices y cineastas ha tenido en los últimos años y que ha abierto una brecha considerable entre el cine español y los votantes de centro derecha españoles, es decir, parte de sus potenciales espectadores. Es cierto que no todos en el mundo del cine han protagonizado estas actitudes políticas, pero los que lo han hecho si que representan a una parte muy significativa y significada del mundo del cine y la cultura en general y en todas sus manifestaciones se exhiben multitudinariamente para demostrar su representatividad y su fuerza. Personajes tan públicos y notorios como Pedro Almodóvar, Aitana Sánchez Gijón, Pilar Bardem, Concha Velasco, Federico Luppi, Juan Luis Galiardo, Vicente Aranda, Marisa Paredes, Álvaro de Luna, Juan Echanove, José Sacristán y otros muchos, son habituales de estos saraos. Los que con discreción han huido de estas posiciones políticas tan significadas han quedado en el sentir de la sociedad como una minoría anecdótica dentro del cine, frente a una mayoría beligerante y protestataria.
En tiempos de la Guerra de Irak los actores, actrices y cineastas lucieron con orgullosa provocación sus pegatinas del “NO A LA GUERRA” en la Gala de los Goya. Hasta un grupo de cineastas y profesionales de la cultura a principios de 2004 y antes de las elecciones generales pusieron su creatividad al servicio del PSOE para echar al Partido Popular del gobierno con un documental propagandístico titulado Hay motivo, toda una declaración de principios. En este documental se hacía un repaso por temas como la guerra de Irak, el paro, la vivienda, el Prestige, la adopción en parejas homosexuales, la manipulación informativa, la inmigración, el maltrato a las mujeres, el terrorismo, el accidente del Yak-42 y hasta el asesinato de Couso, para dejar claros los “motivos” por los que había que echar al PP del gobierno de España.
A partir de abril de 2004, con el PP fuera del gobierno de la nación, con el objetivo cumplido, hubiera sido aconsejable que este representativo y nutrido grupo de actores, actrices y cineastas plegasen velas y abandonasen las trincheras de la beligerancia para limpiar la imagen de sectarismo y partidismo que se había ofrecido del cine, aunque solo fuera para no hipotecar más lo que no deja de ser un negocio que vive de sus clientes, es decir, los espectadores. No fue así. Siempre que han podido no han desperdiciado ocasión para manifestar públicamente su oposición al Partido Popular y a las ideas que defiende el centro derecha español y que son, dato este que tiene su importancia, la de la mitad de los españoles. Cuando millones de españoles inundaron las calles de España para protestar contra la negociación política que el gobierno del PSOE estaba llevando a cabo con ETA, allí estuvieron los actores, actrices, cineastas y gente de la cultura para apuntalar al PSOE, criticando al PP que se oponía a dicha negociación por “miserabilismo”, como dijera José Sacristán.
Hay en esta inmersión en el campo político un claro indicio de soberbia democrática por parte de este sector del cine español. Es como si ellos y solo ellos fueran los legitimados para repartir credenciales que capaciten para gobernar España. Es como si ellos estuvieran en posesión de un plus del que carecieran el resto de los mortales para juzgar qué opciones políticas son las idóneas y cuales no. ¿Es que el gremio de actrices y actores tienen una mayor capacidad de análisis político que, por ejemplo, el de los gestores o carniceros de España?. Lo dudo.
Algunos dicen que las actrices, actores y cineastas están en su derecho de manifestar libremente su opción política amparados en su libertad de expresión y el régimen democrático existente en España. En eso estamos completamente de acuerdo. Pero mientras que en otros países con mayor tradición democrática los actores y actrices manifiestan sus preferencias políticas con un exquisito respeto hacía los rivales políticos, aquí en España lo habitual es que las Plataformas, los manifiestos y las “manifas” de apoyo al PSOE se hagan en un tono más que agresivo, abiertamente insultante e injurioso hacía el Partido Popular. Es tal la actitud de cierto sector del cine hacía el Partido que representa al centro derecha español que parecería que para ellos evitar que vuelva a gobernar España sea una cuestión trascendental para la supervivencia de la Democracia española. En esta línea recordamos al actor Federico Luppi diciendo aquello de “nos va la vida en crear un cordón sanitario para que esta derecha cerril y casi gótica no se adueñe del pensamiento español”. ¡Casi nada!. Como si el PP fuera un virus peligroso al que hubiera que aislar, esterilizar y exterminar. Hasta el oscarizado Pedro Almodóvar, que debería hacer gala de mayor continencia verbal, tras las elecciones de 2004 que desbancaron al PP del gobierno calificó de “semana trágica” la del 11-M que, según él, culminó “con una noticia liberadora” (la victoria del PSOE), “lastima que tuviéramos que pagar un precio muy alto” (la masacre de los trenes), sentenciando que “hemos vuelto a la democracia”. Por cierto, en la misma rueda de prensa en la que hacía gala de tan "profundo" análisis electoral, Pedro Almodóvar anuncio “algo terrorífico: el Partido Popular estuvo a punto, el sábado a las doce de la noche de provocar, un golpe de Estado”. Luego tuvo que pedir públicamente disculpas por tan descabellado anuncio, pero el daño a la credibilidad de nuestra democracia perpetrado por un personaje de fama internacional ya estaba hecho.
Porque por mucho que el Señor Guardans trate de defender el derecho de actrices y actores a manifestarse políticamente, lo que más ha ofendido a los votantes de centro derecha de este país no ha sido esa invasión de la esfera política por parte de los actores y actrices, sino esa absoluta falta de respeto, rayana en el insulto manifiesto, con la que el mundo del cine se ha posicionado políticamente en contra de ellos. Todos hemos vistos las imágenes retransmitida por todas las televisiones del director José Luis Cuerda pidiendo el voto para el PSOE en las elecciones generales de 2008 “para que no vuelva esa turba mentirosa y humillante, que piensa desde su imbecilidad, que todos somos más imbéciles que ellos”, palabras que fueron acompañadas con las risotadas cómplices de un nutrido grupo de actores, actrices, cineastas, cantantes y personajes del mundo de la cultura presentes en el acto, como Marisa Paredes, Juan Echanove, Juan Luis Galiardo, Vicente Aranda, Concha Velasco, Joaquín Sabina, Rosa Regás, Pedro Almodóvar, Víctor Manuel o Jesús Vázquez. Las posteriores palabras de éste último en un mitin del PSOE diciendo que ellos nunca habían insultado a los “votantes del PP” son de un malabarismo ridículo. ¿Se puede llamar imbéciles a los candidatos del PP sin que se esté insultando a sus votantes?. No lo parece.
Todos estos excesos verbales son una ofensa gratuita a buena parte de la sociedad española que es a quien, en definitiva, los actores, actrices y cineastas dirigen sus obras y han calado hondo en la memoria de los votantes de centro derecha de este país que ni las olvidan ni las perdonan. Así lo han entendido una parte de la sociedad española que ha dejado de ver cine español por simples razones ideológicas. Es lo que pasa cuando se establecen “cordones sanitarios”, que el contacto entre ambas partes del cordón se hace imposible.
Y ahora Ignasi Guardans nos pide que vayamos a ver cine español. Apela al patriotismo de los votantes de centro derecha exigiéndoles que abandonen su absentismo y vayan a ver películas españolas, recriminándoles que no lo hagan “ellos que se dicen tan patriotas”. No parece que dirigir reproches a los insultados sea la mejor forma de convencerles, ni de sanar viejas heridas. Mejor haría el señor Guardans en dirigir sus reproches a ese amplio sector del mundo del cine que se ha valido de su fama para hacer política y atacar agriamente las ideas de muchos españoles. Aunque no creo que lo haga, porque en definitiva la actitud frentista de estas actrices, actores y cineastas a quien ha favorecido es al PSOE que es quien le ha puesto a él en el cargo.En definitiva, mucho tendrán que cambiar las cosas en el futuro para que ese divorcio existente entre buena parte del cine español y el centro derecha, se convierta en reconciliación. No se puede insultar al votante y a las ideas que defiende y esperar que cuando la campaña electoral termine una especie de amnesia colectiva les lleve como borregos a las colas de los cines a ver las películas salidas de las manos de los que hasta hace tres días les llamaban imbéciles.

jueves, 16 de julio de 2009

Según Leire Pajín el PIB es masculino

Leire Pajín, Secretaria de Organización del PSOE, se ha vuelto a descolgar con unas sorprendentes declaraciones como ya hiciera el pasado tres de junio. En aquella ocasión, con el tono que utilizaría un astrónomo para anunciarnos el paso de un cometa espectacular por el cielo de España, nos hizo el siguiente vaticinio: "Les sugiero que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta. La coincidencia en breve de dos presidencias progresistas a ambos lados del Atlántico, la presidencia de Obama en EEUU y Zapatero presidiendo la UE”. Tan hiperbólicas manifestaciones hicieron las delicias de los humoristas que parodiaron a gusto las declaraciones de la Secretaria de Organización del PSOE. Pero al margen del aspecto cómico del anuncio, las declaraciones abochornaron a los especialistas en política, ya que la presidencia de la Unión Europea es un cargo de representación institucional y rotatorio entre los países miembros y, como tal, carece de capacidad ejecutiva siendo indiferente el color político del presidente de turno que lo ostenta. Por lo tanto, difícilmente se puede comparar la presidencia de la Unión Europea con la presidencia del gobierno de cualquier Estado y, mucho menos, con la presidencia de los Estados Unidos por parte de Barak Obama.
En esta ocasión las declaraciones de Leire Pajín no son menos sorprendentes que aquellas. Refiriéndose a la profunda crisis económica que padece España ha declarado en un medio televisivo que “si me permitís la expresión, el PIB es masculino, es claramente masculino, y por tanto el cambio estará en el momento en que las decisiones importantes estén tomadas también por las mujeres”. De seguro estas nuevas declaraciones de la Secretaria de Organización del PSOE volverán a hacer las delicias de los humoristas. Pero dejando al margen el uso humorístico que se puedan hacer de ellas, estas declaraciones manifiestan un profundo y exagerado prejuicio feminista por parte de su autora y un escaso bagaje intelectual. ¡qué tendrá que ver el sexo con el Producto Interior Bruto!.
Desde que la crisis económica empezó a castigar con dureza la economía española los dirigentes socialistas no han parado de buscar culpables ajenos. Unas veces han atribuido la culpa a Bush y a las políticas neoconservadoras, otras a la política de “ladrillo” durante los gobiernos de Aznar o, incluso, a algo tan poco científico como “la codicia y la avaricia”, según ha manifestado este mismo año el presidente Rodríguez Zapatero. Ahora con las declaraciones de Leire Pajín ¿habrá que sumar a la lista de culpables de la crisis a “los hombres”?. Francamente, esto parece muy poco serio.
En España están quebrando cientos de empresas, unas dirigidas por hombres y otras por mujeres indistintamente, y la solvencia de un negocio no depende en absoluto del sexo de su gerente. Tiemblen los economistas y por supuesto todos los españoles si las propuestas del PSOE para acabar con la gravísima crisis que padecemos van a ir encaminadas en imponer una mayor participación de las mujeres en los ámbitos de decisión económica. Difícilmente se puede esperar que medidas en tal sentido puedan aliviar la penosa situación que padecen las empresas ahogadas por falta de crédito o la de los cuatro millones de parados, un millón de los cuales han dejado de cobrar la prestación por desempleo.
Necesitamos del gobierno y del Partido que lo sustenta menos demagogia, menos prejuicios feministas, menos simplezas y mas reformas estructurales para poner otra vez la economía española en situación de crear empleo.

Arrigoriaga: un mito del nacionalismo vasco

"El nacionalismo es la chifladura de exaltados echados a perder por indigestiones de mala historia." –Miguel de Unamuno-

El pasado 19 de junio el municipio de Arrigorriaga en la provincia de Vizcaya saltó a los titulares de los medios de comunicación con ocasión del asesinato a manos de la organización terrorista ETA del inspector de la Policía Nacional Eduardo Puelles.
Algunos medios de comunicación al narrar el asesinato del inspector de la Policía Nacional se hicieron eco de una antigua leyenda que explicaría el nombre del municipio. Arrigorriaga significa en euskera lugar de piedras rojas. Según dicha leyenda Arrigorriaga se llamaba antiguamente Padura y fue el lugar de una legendaria batalla que enfrentó a vizcaínos con leoneses. En esa batalla tanta fue la sangre de leoneses que vertieron los vizcaínos que Padura pasó a llamarse Arrigorriaga, lugar de las piedras rojas. Otros, por el contrario, opinan que el nombre tiene su origen en las minas de hierro que había en la zona, mineral que daría una tonalidad rojiza a las piedras.
Esta leyenda fue elevada por el nacionalismo vasco a la categoría de hecho histórico y fue muy utilizada a finales del siglo XIX y principios del XX para defender el derecho histórico de la nación vasca a su independencia. Incluso uno de los batallones de gudaris formados por el gobierno vasco durante la Guerra Civil llevaba el nombre de Padura, en alusión a la citada batalla.
Pero lo cierto es que la batalla de Arrigorriaga o de Padura es sólo una leyenda con escaso o nulo fundamento histórico. Aparece por primera vez en el siglo XIV en el Livro dos Linhagens, que el portugués Pedro Alfonso, conde de Barcelos, escribió para justificar el origen nobiliario de Juan Núñez de Lara y María Díaz de Haro, Señores de Vizcaya. Según el portugués un tal Froom, hermano del rey de Inglaterra, acaudilló a los vizcaínos que se enfrentaron a un conde asturiano que les reclamaba el pago de un tributo. De este Froom nacería la dinastía de los Haro. Ya en el siglo XV Lope García de Salazar volvió a escribir sobre la leyenda, siendo esta la versión más conocida. Jaun Zuría o Señor Blanco, mítico primer Señor de Vizcaya, hijo de una princesa escocesa y del duende Culebro, lideró a los vizcaínos en una batalla frente a los leoneses en Padura, que paso a llamarse Arrigorriaga “... que quiere decir en vascuence peña bermeja ensangrentada ... por la mucha sangre que allí fue vertida ...”. El motivo de la disputa fue el apoyo de los vizcainos a los castellanos que luchaban por su independencia de León “En esta sazón se alzó Castilla Vieja contra los reyes de León ... y el rey de León guerreara mucho con Vizcaya, porque era de Castilla”.
Ambos textos tenían como finalidad ennoblecer el linaje de los Señores de Vizcaya, a los que emparentaban con los reyes de Inglaterra o los de Escocia, pero no tienen ningún respaldo en fuentes históricas coetáneas ni posteriores donde no se cita la batalla. A pesar de tan endebles mimbres, la leyenda de la batalla de Padura o de Arrigorriaga fue considerada un hecho histórico cierto por los autores que defendían los derechos forales de las provincias vascas y luego por los nacionalistas vascos. Sabino Arana la convirtió en un hito de la sempiterna guerra entre españoles y vascos y la base para sostener el derecho histórico de la nación vasca a su independencia. En su obra Bizcaya por su independencia, obra fundamental en el nacimiento del nacionalismo vasco, Sabino Arana escribe “...nuestros padres vertieron su sangre en Padura por salvar Bizcaya de la dominación española, por la libertad de la raza, por la independencia nacional...”. Además de ser un puro anacronismo utilizar un concepto como “nación” para referirse a hechos ocurridos en la Alta Edad Media, Sabino Arana aderezó su relato sobre la batalla con detalles sacados de su imaginación, como atribuir la victoria a descubrir uno de los vizcaínos la apertura de la coraza de los leoneses, punto débil por el que atacarles, y advertírselo a sus compañeros al grito de “¡Sabelian, sabelian sartu!” (¡en el vientre!). Aseguraba Sabino Arana que dicha frase la había oído a ancianos vizcaínos atribuirla a la batalla de Arrigorriaga. Una frase transmitida por tradición oral desde el siglo IX hasta prácticamente nuestros días. ¡Casi nada!.
No es la única fabulación de Sabino Arana sobre el mismo tema. Cuando inventó la Ikurriña como bandera del EAJ-PNV, hoy del País Vasco, también recurrió al mito de la batalla de Arrigorriaga. Sabino Arana traslada las aspas de la bordadura del tradicional escudo del Señorío de Vizcaya al fondo de la Ikurriña cruzada con un aspa verde de San Andrés y respecto a ellas dice que “las siete cruces de San Andrés que están en la bordadura (en el escudo de Vizcaya) significan por su forma la independencia bizcaina por haberse alcanzado el día de san Andrés la memorable victoria de Arrigorriaga contra los españoles...”. Fecha Sabino Arana la batalla de Arrigorriaga el día 30 de noviembre, festividad de San Andrés, del año 888, exactitud asombrosa teniendo en cuenta que se trata de un hecho falto de constatación histórica. Pero es que, además, las aspas de la bordadura del escudo de Vizcaya realmente tienen su origen en la participación de Lope Díaz de Haro, Cabeza Brava, Señor de Vizcaya en la toma de Baza el día 30 de noviembre de 1227, festividad de San Andrés, motivo éste por el que el Rey Fernando III el Santo concedió a todos los participantes el derecho a ostentar en su escudo las citadas aspas de San Andrés.
Esas y otras tantas invenciones y fabulaciones del nacionalismo vasco llevaron a Unamuno a escribir que “si Dios me da salud y tiempo quisiera barrer, con la ayuda de todos aquellos que no tienen la venda de la pasión ante los ojos, la máquina formidable de quimeras y fantásticas invenciones con que han echado a perder una historia sencilla de un pueblo cuya gloria es el ser pacífico, morigerado, laborioso y libre. Aitor, Lecobide, y hasta Jaun Zuría y la batalla de Arrigorriaga son, o hechos totalmente desprovistos de fundamento, o hechos muy problemáticos que no se pueden dar por rigurosamente históricos.”
No obstante su escasa base histórica, también Federico Krutwig, ideólogo de la izquierda abertzale de los años 60 de la que surgió ETA, utilizó el mito de la batalla de Arrigorriaga, comparando un posible pacto con el PSOE a “... escupir en las tumbas de los héroes de Padura ...”.
Hoy nadie sensato, ni dentro ni fuera del nacionalismo vasco, da credenciales de veracidad histórica a la supuesta batalla de Arrigorriaga, pero eso no le resta un ápice de importancia como uno de los hitos fundacionales de la ideología nacionalista vasca. Es posible que los asesinos del inspector de policía Eduardo Puelles ignoren el papel que la batalla de Arrigorriaga ha jugado en el imaginario del nacionalismo vasco, pero han sido fabulaciones como ésta con las que el nacionalismo vasco ha ido tejiendo su ideología antiespañola que ha contribuido a alimentar el odio del que ha surgido la violencia en el País Vasco que en los últimos cuarenta años se ha cobrado la vida de más de mil personas.

jueves, 18 de junio de 2009

El nacionalismo vasco y la religión

Aunque el actual Partido Nacionalista Vasco desde 1977 se declara un Partido aconfesional, sus inicios son de una rabiosa confesionalidad que en el lenguaje actual podríamos calificar incluso de fundamentalista. El propio nombre del Partido hace alusión a estos origines: Euzko Alderdi Jeltzalea-Partido Nacionalista Vasco, en siglas EAJ-PNV. Contrariamente a lo que pudiera parecer el nombre Euzko Alderdi Jeltzalea, en siglas EAJ, no es la traducción al vasco del nombre Partido Nacionalista Vasco, sino que significa literalmente: Partido Vasco de los simpatizantes del J.E.L., y "J.E.L." es un acrónimo del lema del Partido: Jaungoikoa Eta Lagizarrak, es decir, Dios y Leyes Viejas, entendiendo por Leyes Viejas a los fueros. Por esta razón a los simpatizantes del PNV se les llama jeltzales o jelkides.
El lema Jaungoikoa Eta Lagizarrak o Dios y Leyes Viejas es una invención de Sabino Arana Goiri, fundador del EAJ-PNV, como también lo fueron la Ikurriña, inicialmente la bandera del PNV y hoy del País Vasco, o el propio nombre de Euskadi, otra invención de Sabino Arana a finales del siglo XIX para designar lo que hasta entonces se había conocido como vascongadas.
El catolicismo inicial del EAJ-PNV es fiel reflejo de la ideología de su fundador. Sabino Arana Goiri tenía una concepción sobre religión y moral absolutamente mojigata y sus ideas sobre el tema sorprenden no solo al lector de hoy en día, sino que a principios del siglo XX ya hacían las delicias de autores no nacionalistas como Unamuno. Su obsesión por la religión y la moral iba pareja a su odio racista a los maketos, es decir, al resto de los españoles. “Es preciso aislarnos de los maketos. De otro modo, aquí en esta tierra que pisamos, no es posible trabajar por la gloria de Dios". "Nosotros, los vascos, evitemos el mortal contagio, mantengamos firme la fe de nuestros antepasados y la seria religiosidad que nos distingue, y purifiquemos nuestras costumbres, antes tan sanas y ejemplares, hoy tan infestadas y a punto de corromperse por la influencia de los venidos de fuera". "... el favorecer la irrupción de los maketos es fomentar la inmoralidad en nuestro país; porque si es cierto que las costumbres de nuestro Pueblo han degenerado notablemente en esta época, débese sin duda alguna a la espantosa invasión de los maketos, que traen consigo la blasfemia y la inmoralidad". Donde la mojigatería de Sabino Arana alcanzaba el más absoluto esperpento era en sus opiniones sobre el baile "Si hubieran estudiado una miaja de Geografía política y hubiesen tenido una apizca de sentido común, sabrían que al norte de Marruecos hay un pueblo cuyos bailes peculiares son indecentes hasta la fetidez, y que al norte de este segundo pueblo hay otro cuyas danzas son honestas y decorosas hasta la perfección; y entonces les chocaría que el alcalde de un pueblo euskeriano prohibiese bailar al uso maketo, como es hacerlo abrazado a la pareja, para restaurar en su lugar el baile nacional de Euskeria". También decía que “... ved un baile bizkaino presidido por las autoridades eclesiásticas y civil y sentiréis regocijarse el ánimo al son del txistu, la alboka o la dulzaina y al ver unidos en admirable consorcio el más sencillo candor y la más loca alegría; presenciad un baile español y si no os causa náusea el liviano, asqueroso y cínico abrazo de los dos sexos queda acreditada la robustez de vuestro estómago ...”. La obsesión contra lo que Sabino Arana llamaba “baile agarrao” era tal, que sorprender a un militante cometiendo semejante pecado, ya era motivo suficiente para su expulsión del Partido.
El ultra catolicismo y la moralidad trasnochada de Sabino Arana impregno al EAJ-PNV por él fundado y a sus seguidores. Así Engracio de Aranzadi, discípulo de Sabino Arana, utilizaba estos calificativos para referirse a los maketos, es decir, a los españoles llegados a las provincias vascas desde otras partes de España: “... azote del diablo, calamidad luciferina, plaga infernal ... fetos de forma humana, sietemesinos infatuados cual globos aerostáticos ...”. Estas palabras parecen tomadas del sermón apocalíptico de un fraticelli del siglo XIII, más que del discurso de un político del XX. Y el mismo autor comparaba la llegada de inmigrantes del resto de España a las provincias vascas con la invasión de los bárbaros en el Imperio Romano, prefiriendo ésta a aquella, ya que “... aquella invasión del siglo V vemos reproducirse hoy, bárbara y salvaje como aquélla, pero con la esencial diferencia de ser ésta empujada por Satán, cuando la germana fue dirigida por la admirable y sapientísima Providencia Divina...”.
El nacionalismo vasco convertido en religión y la religión en nacionalismo en una fusión perfecta dieron lugar a hipérboles surrealistas. Así a la muerte del fundador del PNV un nacionalista hacía pública una carta en la que sobre Sabino Arana decía “... Él fue, él es y él será y ningún otro el Verbo nacionalista hecho carne ... él es Nacionalismo y el Nacionalismo es él. Vino al mundo a enseñárnoslo a los vascos para redimirnos de la esclavitud del latino, al modo que Jesús vino a redimir a todos los humanos de la esclavitud del mal. Es, pues, un Jesús vasco ...”. Sabino Arana el Jesús vasco. ¡¡casi nada!!.
Viendo las concepciones ultra católicas de las que partía el ELJ-PNV, puede sorprender la alianza de este Partido con los abiertamente anticlericales Partidos de izquierda durante la II República y la Guerra Civil, alianza que no estuvo exenta de multitud de desencuentros. Así, la ideología del ELJ-PNV fue uno de los principales motivos por los que el gobierno de Azaña se oponía a la aprobación del Estatuto de Autonomía vasco. Se temía la constitución de “un gibraltar vaticanista" en el norte de España, según palabras del socialista Indalecio Prieto, si se dejaba el gobierno de las provincias vascas en manos de un Partido caracterizado por su ideología reaccionaria y su integrismo religioso.
Esta obsesión del ELJ-PNV por la religión hunde sus raíces en la tradición romántica del nacionalismo vasco y tiene sus antecedentes en los primeros historiadores del pueblo y la lengua vasca con opiniones que hoy invitan a la risa. Así Manuel de Larramendi, un escritor no nacionalista del siglo XVIII, pero muy citado por Arzalluz, escribía en 1729 que “otras lenguas son formadas por el ingenio y gusto de los hombres, y por esso susceptibles de ages, yerros e inconsequencias, efectos de achacoso origen. El bascuenze fue lengua formada por el solo ingenio de Dios”. Con semejante origen no ha de extrañar que el mismo autor sostuviera que el vascuence era la lengua de los ángeles: “... si los theólogos y otros supiérades bascuenze, concluiríades al instante que el bascuenze es la locución angélica, y que para hablar a los ángeles en su lengua es necesario hablarles en bascuenze” .
Juan de Perochegui en el siglo XVIII opinaba del vascuence que no solo fue “... la lengua primitiva de España y Francia, sino también la propia y nativa del patriarca Noé; y por consiguiente la primera del mundo, y aquella mesma que infundida por Dios a nuestro Primer Padre Adán, fue la única hasta la mezcla y confusión de la Torre de Babel” ¡¡Casi nada!!. Según este autor la vascongada fue la lengua traída a España por Túbal, nieto de Noe al que, según las teorías pseudohistoricistas basadas en la Biblia, se atribuía el poblamiento de nuestro país, a donde llegó “ciento cuarenta y tres años después del Diluvio que corresponde al 1800 de la Creación del Mundo”.
Ya en el siglo XIX Pablo Pedro de Astarloa identificaba al vascuence con la lengua primitiva de la Humanidad desde Adán y Eva, pero no por haber sido infundida por Dios al hombre, sino por tratarse de un producto instintivo de éste. Según este autor el hombre utilizó la facultad vocal que le había dado Dios para crear de forma natural el vascuence, ya que tan natural sería para el caballo relinchar o para el toro bramar, como para el hombre hablar vascuence.
Con semejantes antecedentes, no ha de extrañar que el abate vascofrancés Dominique Lahetjuzan sostuviera en 1808 que el vasco era la lengua original de la humanidad y que los primeros protagonistas de la Biblia, Adán, Eva, Caín y Abel, eran de origen vasco.
Pero los ha habido que han llegado más lejos, si es que eso era posible. En el año 1825 el también abate vascofrancés d´Iharce Bidassouet afirmaba en un tratado sobre historia y lingüística vasca que el vascuence era la lengua que hablaba Dios.
Ha habido muchos sacerdotes vascos que durante el siglo XIX, pero también en el XX, han sostenido que el vascuence era la lengua que se hablaba en el Paraíso. En esta línea, el sacerdote Txomin Iakakortexarena (conocido por Domingo Jaca Cortajarena antes de su conversión al nacional-catolicismo sabiniano) escribía, no en el siglo XVIII, ni en el XIX, sino en 1993, la siguiente pregunta “¿cuando nos convenceremos que para expresar todos los conceptos, la única y natural lengua que Dios nos ha dado es el euskera?”.
Sabino Arana el Jesús vasco, el vasco la lengua de Adán y Eva, de Noe, de los ángeles o del propio Dios. Ideas que hoy parecen ridículas y mueven a la risa. Pero lo que ya no hace tanta gracia es la instrumentalización que se ha hecho del vascuence para mantener a la población en la ignorancia frente a las ideas liberales y progresistas. Así en 1895 el canónigo vascofrancés Arbelbide escribía que “... como la sólida muralla rodea el prado o la viña, nuestra lengua se levanta en los confines del país vasco. Ella protege nuestras ancestrales creencias, nuestros buenos hábitos y todas las antiguas costumbres, al mismo tiempo que aleja de nosotros las falsedades de los vecinos, sus torpes acciones y las semillas dañosas y extrañas...”.
Y ya bien entrado el siglo XX el capuchino Celestino de Caparroso escribía “... si amas a Dios debes amar el Euskera porque, hoy por hoy, es él la mejor barrera para librar a nuestro pueblo de tanta corrupción e impiedad como la invaden sin cesar en periódicos, revistas y libros erdaldunes (libros en castellano)” .
Este uso torticero del vascuence fue denunciado por Unamuno “decía un cura en vascuence desde el púlpito: “No enviéis a vuestros hijos a la escuela que allí les enseñarán castellano y el castellano es el vehículo del liberalismo”. He aquí el verdadero nudo de la cuestión. Si muchos, no todos, quieren que el vascuence se conserve es para mantener al aldeano en ignorancia de cosas que debe saber para su provecho”.
Y, por supuesto, también Sabino Arana defendió el uso del vascuence, no como instrumento de comunicación, sino como baluarte contra las ideas que consideraba peligrosas y para atacar al maketo “... es indudable y todo el mundo lo sabe que allí donde se pierde el uso del euzkera se gana en inmoralidad; y que la blasfemia, el carácter irreligioso y las costumbres inmorales y criminales del invasor maketo se hacen campo en Bizcaya en razón directa de las conquistas que realiza el idioma castellano”.
Y estas mismas ideas continúan vigentes en la actualidad, cien años después, en el pensamiento de personajes como el sacerdote antes citado Txomin Iakakortexarena. En su autobiografía publicada en 1993 escribía el cura que una noche de juventud se le apareció el diablo para tentarle, por supuesto en español (ignoramos si vestido con traje de luces y montera, ya que no da detalles), contestándole el cura “le tienes tirria a Euskalerria porque es un pueblo de Dios amante, por eso tratas con todo empeño en convertirle en castellanizante; tu has introducido en nuestra Patria la blasfemia insultante, has ensuciado con el castellano nuestra lengua limpia y brillante, pero estás muerto de miedo al ver que el pueblo será patriota en adelante”. Insisto, no es una novela, es la autobiografía del inefable sacerdote.
Para finalizar estas reflexiones sobre nacionalismo vasco y religión, no me resisto a citar las palabras de un despistado de la historia: Mark Kurlansky. Este periodista y escritor estadounidense escribe en su obra La Historia vasca del mundo, publicada en el año 2000 que “a pesar de su adhesión a la Iglesia, los nacionalistas vascos adoptaron el hábito de referirse al enemigo en tanto que “cristianos”, como si los vascos siguieran siendo animistas que pugnaran por expulsar a los visigodos”. Se refería el autor norteamericano a las Guerras Carlistas que asolaron España en el siglo XIX y que enfrentaron a los carlistas partidarios de Carlos María Isidro de Borbón con los liberales partidarios de Isabel II. Confunde el pseudohistoriador a los carlistas con los nacionalistas vascos, confusión interesada del actual nacionalismo, pero incongruente y falta de fundamento, por cuanto los carlistas se sentían tan españoles como sus contrincantes isabelinos, con los que solo discutían la persona sobre la que debía recaer la corona, y no la independencia de ninguna parte del territorio nacional. Pero esta confusión es baladí comparada con la alusión al término “cristianos” con el que, según el autor estadounidense, se referían los carlistas a sus contrincantes liberales, alusión que hace el texto absolutamente incomprensible. Ininteligible, salvo si tenemos en cuenta que Mark Kurlansky traduce mal el término “cristianos” por “cristinos” que era como eran conocidos los soldados liberales que defendían la causa de Isabel II, que durante su minoría de edad estaba representada por su madre María Cristina. De ahí el nombre de “cristinos”, que no cristianos, con el que les llamaban los carlistas.
Pero da igual. El libro de Mark Kurlansky ha sido éxito de ventas en el País Vasco y la Sociedad de Estudios Vascos en América le galardonó en el año 2001 con la distinción que concede anualmente a las personas o instituciones que más han contribuido a la imagen positiva de los vascos en el mundo. Para algunos lectores debe ser un libro con “mucho fundamento”, en el sentido que le daría otro conocido vasco, el cocinero Carlos Arguiñano.
Como se ve el nacionalismo vasco tiene mucho de grotesco, pero también de trágico, ya que como religión derivada en fundamentalismo tarde o temprano había de generar sus torquemadas. Inquisidores como Federico Krutwig Sagredo, el teórico de la izquierda abertzale que en su obra Vasconia de 1962 escribía “... por ello es tan tremendo el crimen contra la patria que cometen los padres que no enseñan el idioma nacional a sus hijos ... el jelkide que desnacionalizó su familia ... deberá ser llevado ante un tribunal para que lo juzgue con el máximo rigor. Es merecedor de la pena de muerte y que su cadáver sea entregado a los buitres, para que su repugnante materia somática no mancille la tierra euskaldún...”. Desde la década de los sesenta estos torquemadas y su brazo ejecutor ETA, han vertido la sangre de miles de inocentes por la independencia de la Patria vasca.

domingo, 31 de mayo de 2009

¿Están preparados los políticos?: breve análisis

Manejan presupuestos de miles de millones de euros y toman decisiones en materias especializadas y complejas que repercuten en el bienestar de millones de personas. Por ello parece razonable que los políticos deberían tener una formación académica y profesional, acorde a la importancia de los fondos que manejan y a las decisiones que toman. ¿Pero cuál es el nivel de formación de los políticos?.
Echando un vistazo al panorama internacional, comenzaremos por la última y fulgurante estrella de la constelación de altos dignatarios mundiales. Barack Obama se graduó con el pregrado académico Licenciatura en Artes Liberales de Columbia en 1983 y a continuación trabajo durante varios años en organizaciones sociales. A finales de 1988 ingresó en la escuela de Derecho Harvard Law School y en 1991 se graduó en Harvard con el título de Doctor en Jurisprudencia o Juris Doctor (JD) y con la mención honorífica magna cum laude. Desde 1992 y durante doce años Obama enseñó Derecho constitucional en la Facultad de Leyes de la Universidad de Chicago, primero como catedrático y luego como profesor superior. Su actividad académica la compaginó uniéndose al bufete jurídico Davis, Miner, Barnhill & Galland, una firma especializada en derechos civiles y desarrollo económico urbano. Los tres primeros años trabajó como letrado asociado y luego como abogado consejero. En el año 2004, Obama fue elegido senador por el Estado de Illinois iniciando su carrera política hacia la Casa Blanca.
Ya en Europa, desde junio de 2007 el Primer Ministro del Reino Unido es Gordon Brown. Antes de ingresar como Diputado en la Cámara de los Comunes del Parlamento Británico en 1983, Gordon Brown fue rector de la Universidad de Edimburgo, dictó clases en diversas universidades escocesas y trabajó como periodista en la televisión de Escocia hasta 1983. Ya como miembro del Parlamente ocupo diversos cargos, siendo el más destacado el de Ministro de Hacienda en los gobiernos de Tony Blair. Por su parte el presidente francés Sarkozy es licenciado por la Universidad de París X Nanterre y ha ejercido como abogado. Sarkozy comenzó su carrera política a los 22 años cuando fue elegido concejal de la ciudad de Neuilly-sur-Seine y después alcalde, cargo que ejerció desde 1983 a 2002. En 1988 consiguió acta de diputado del Parlamento francés y ha sido Ministro de Presupuesto, Ministro del Interior y Ministro de Economía, Finanzas e Industria. En Alemania, la canciller Angela Merkel es licenciada en Física por la Universidad de Leipzig, habiendo trabajado en el Instituto Central de Química y Física de la Academia de las Ciencias desde 1978 a 1990. Después de recibir el doctorado en Física, trabajó en el campo de la física cuántica. En cuanto a su trayectoria política en 1993 es designada presidenta regional del CDU en Mecklemburgo-Pomerania Occidental y en 1994 fue nombrada Ministra de Medio Ambiente y Seguridad Nuclear y en 2005 fue elegida candidata por la CDU/CSU a la cancillería federal.
Ninguno de los lideres mundiales citados deslumbra excesivamente por su currículum académico. Barak Obama puede presumir de una licenciatura en la Universidad más prestigiosa de los EE.UU, según el USNews 2009 College Rankings, uno de los ranking mas completos y conocidos sobre las universidades norteamericanas. También la Universidad de Harvard es la número uno del mundo según el conocido ranking de universidades que establece la Universidad de Jiao Tong de Shangai. Gordon Brown fue rector de la Universidad de Edimburgo que ocupa el lugar 13 en el ranking de las mejores Universidades de Europa y el número 55 de las del mundo. Por su parte ni la Universidad de París X Nanterre de Nicolas Sarkozy, ni la Universidad de Leipzig de Ángela Merkel están entre las cien mejores universidades de Europa, según el citado ranking de universidades europeas que establece la Universidad de Jiao Tong de Shangai, aunque Nicolas Sarkozy puede presumir de una amplia experiencia ministerial en diversos gobiernos.
Ya en el ámbito nacional español el presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero después de estudiar Bachillerato y COU en el centro privado Colegio Leonés, se licenció en Derecho en la Universidad de León, que ocupa el lugar 40 en el ranking de Universidades españolas y el 916 de las del mundo, según la clasificación establecida por el Laboratorio de Internet del CINDOC del CSIC y no aparece entre las 500 mejores universidades del mundo según el ranking de universidades de la Universidad de Jiao Tong de Shangai. Después de licenciarse José Luis Rodríguez Zapatero trabajó como profesor ayudante de Derecho Constitucional en la misma Universidad desde 1983 hasta 1986. Es sabido que este tipo de puestos de trabajo son temporales y no se cubren por oposición ni necesariamente por los licenciados más preparados y con mejor expediente académico, sino que en muchas ocasiones se cubren por alumnos ya licenciados que mantienen algún tipo de relación de amistad, familiar o incluso ideológica, con la dirección del departamento. Ya en 1986 obtuvo escaño como diputado en el Congreso por la provincia de León, renovando como diputado hasta que fue elegido Secretario General del PSOE en 2000 y proclamado presidente del gobierno en 2004.
En cuanto a los ministros españoles, nos centraremos tan solo en aquellos tres cuyos ministerios consideramos más importantes en relación a los Presupuestos Generales del Estado. El primero en importancia es el Ministerio de Economía y Hacienda, encargado de elaborar los Presupuestos Generales del Estado y cuyas decisiones afectan al bolsillo de todos los ciudadanos. La ministra de Economía y Hacienda Elena Salgado Méndez es Ingeniero Industrial en las especialidades de Técnicas Energéticas y Organización Industrial por la Universidad Politécnica de Madrid, licenciada en Ciencias Económicas en la especialidad de Estructura Económica por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Métodos Cuantitativos de Gestión por la Escuela de Organización Industrial. La Universidad Complutense de Madrid es de las más prestigiosas de España, pero no está ni entre las doscientas mejores del mundo según el ranking de la Universidad de Jiao Tong de Shangai. Además del actual ministerio de Economía y Hacienda que ocupa, Elena Salgado también ha sido Directora del Departamento de Estudios en el Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Industria entre los años 1982 y 1984, Directora General de Costes de Personal y Pensiones Públicas del Ministerio de Economía y Hacienda de 1985 a 1991, Secretaria General de Comunicaciones del Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente entre 1991 y 1996, Ministra de Sanidad y Consumo y ministra de Administraciones Públicas. Tras la derrota socialista en 1996, también trabajo en la empresa privada, en el sector de las telecomunicaciones.
El segundo ministerio en importancia por el volumen de su presupuesto es el Ministerio de Trabajo e Inmigración. Al frente del ministerio desde abril de 2008 está Celestino Corbacho Chaves que, según la propia biografía publicada en la página web oficial del Ministerio, no tiene formación académica universitaria y era un “profesional del comercio” cuando ingresó en el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) en el año 1976, fecha a partir de la cual comenzó a ocupar puestos políticos dentro de la Administración loca, primero como concejal del Ayuntamiento de L’Hospitalet y desde 1994 como alcalde de la ciudad. Pobre bagaje para quien está al frente de un Ministerio del que depende el INEM y la Seguridad Social, dos áreas fundamentales del país que gestionan una buena parte de los Presupuestos Generales del Estado y que con más de tres millones y medio de parados registrados en el INEM exige una especial dedicación.
El tercer Ministerio en el que nos vamos a detener es en el de Fomento, cuyas inversiones en grandes infraestructuras del Estado suponen una buena parte del gasto de los Presupuestos Generales del Estado. Desde abril de 2009 el Ministro de Fomento es José Blanco López que, según la propia biografía publicada en la página web oficial del Ministerio, inició estudios de Derecho que no completo al incorporarse a trabajar en la secretaría de Organización del Partido Socialista de Galicia, habiendo realizado tan solo cursos sobre dinámica de grupos y técnicas de organización, así como de comunicación política y sociología electoral. José Blanco López ha hecho su carrera dentro del Partido Socialista Obrero Español, donde ha ocupado diversos cargos en su organigrama hasta que es elegido en el Congreso del Partido del año 2000 secretario de Organización y Acción Electoral. Es curioso como la biografía oficial destaca como hitos de su currículum la modernización de la estructura del PSOE, la renovación integral de la “marca PSOE”, dando un cambio de orientación a los diseños y mensajes del Partido, la puesta en marcha de iPSOEtv y la inauguración de la nueva página Web. Curioso currículum el del Ministro cuyo ministerio maneja otro importante porcentaje de los Presupuestos Generales del Estado. En definitiva, salvo honrosas excepciones, la preparación de los políticos citados, especialmente los españoles, no parece que sea muy brillante, lo que choca contradictoriamente con la importancia de las decisiones que toman en el día a día del quehacer político. Podemos extraer dos conclusiones. La primera es la duda de si tienen capacidad para tomar las decisiones que toman y la segunda conclusión es cómo podemos exigir a nuestros jóvenes dedicación, estudio y esfuerzo, si el ejemplo que le dan muchos políticos es que cualquiera puede ocupar un puesto de importancia al frente del país sin necesidad de sacrificarse en largas carreras académicas.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Más mitos del nacionalismo vasco: el domuit vascones

Para Sabino Arana, padre del nacionalismo vasco, el pasado histórico de los vascos es el de un pueblo perpetuamente independiente, nunca conquistado ni sometido, y por lo tanto legitimado para retornar a la independencia temporalmente e injustamente perdida. Así escribía Arana “... pero a Bizkaya ni la tocaron los bárbaros ni consiguieron jamás conquistarla los visigodos ...”.
Es en este contexto nacionalista de un pueblo vasco nunca reducido por los visigodos donde hay que situar la expresión domuit vascones, expresión latina que significa “dominó a los vascones”. Su origen está probablemente en la Historia Vasca de fray Bernardino de Estella, publicada en 1931, según la cual:
“En las Crónicas de los reyes visigodos se encuentra una frase constantemente repetida: Domuit vascones (subyugó a los vascones). Vencer a los vascones fue la idea que abrigaron casi todos los reyes visigodos. Pero esa frase, siempre repetida hablando del mismo pueblo, indica claramente que jamás lograron dominar a las tribus vascas.”.
De esta expresión se hicieron eco con posterioridad otros muchos historiadores nacionalista, como Ramírez Olano que en su obra escrita en 1939 decía:
“Los vascos permanecieron en lucha continua con los reyes godos, desde el primero hasta el último. Los cronistas de la época lo confirman (...) El domuit vascones aparece con repetición que por si mismo niega la verdad de la frase”
También en época más reciente la imagen de un pueblo vasco en permanente lucha con los visigodos y nunca dominado se repite en los historiadores nacionalistas. Así Anastasio Arrinda escribe en 1997:
“Todos los cronicones de la vida de los reyes godos o visigodos terminan con esta frase lapidaria: “Domuit vascones”, “dominó , venció, subyugó a los vascos” (...) Si cada rey visigodo se jacta de haber subyugado a los vascos, señal es de que nunca los subyugaron (...)”
Y Mark Kurlansky en su obra La Historia vasca del mundo, publicada en el años 2000, se hace eco de la expresión dándole un sentido actual:
“... las crónicas de las vidas de los monarcas visigodos concluyen con dos palabras “Domuit Vascones”. Todos los gobernantes de la Península hasta el actual Ejecutivo español han abrigado la misma intención “Hay que controlar a los vascos”.
Como no podía ser menos, esta expresión ha sido abundantemente instrumentalizada por el nacionalismo político para justificar sus reivindicaciones soberanistas. Así, por ejemplo, Iñaki Anasagasti haciendo referencia al papel que PSOE y PP pudieran jugar en las elecciones autonómicas de mayo de 2001, escribía en Deia:
“Por eso han iniciado la reconquista. El frentismo español diseña una vez más el “domuit vascones”
Estamos seguros que en el actual contexto político del País Vasco, Iñaki Anasagasti reeditaría su frase con mucho gusto.
También el actual presidente del PNV Josu Jon Imaz escribía en 2002 lo siguiente en contra del intento de aumentar los contenidos de historia nacional española:
“No pongáis vuestras manos en la educación de nuestros hijos. Ya sabemos lo que dan de sí (...) Para historia nacional, ya tenemos la nuestra. Muchos no tenemos esperanza alguna en vuestras propuestas en lo que a conocimiento curricular se refiere. Envolvedlas en esa lista de reyes godos cuyas biografías terminaban siempre en el “domuit vascones” (...)”
No solo la derecha abertzale representada por el PNV ha utilizado con profusión la expresión en sus argumentaciones reivindicativas, también por supuesto la izquierda abertzale. La propia ETA la ha utilizado en sus comunicados:

“(...) Y después de que en cada ocasión se proclamara el “domuit vascones”, desde los últimos rescoldos siempre se ha alzado, inspirándose en el aliento de nuestra “lingua navarrorum”, la sociedad que quiere ser libre, el humilde pueblo del euskara (...)”
También desde la misma izquierda abertzale Juan Kruz Aldasoro, que fuera miembro de la mesa Nacional de HB, hace su sorprendente aportación cuando dice:
“A lo largo de la historia, los vascos se han rebelado constantemente ante el ímpetu asimilador de dos grandes estados, España y Francia (...) Domuit Vascones fue la frase pronunciada por un rey visigodo hace más de dos mil años y es la frase que han tenido todos y cada uno de los “gobernadores” extranjeros en tierra vasca hasta nuestros días. Y todavía hoy, los vascos, de Domuit nada de nada”
Decimos sorprendente aportación por que el batasuno sitúa a los visigodos en España hace más de dos mil años, antes incluso del nacimiento de Cristo. Casi nada.

Más culto que el anterior, Patxi Zabaleta, dirigente de Aralar y miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca, corrige a Aldasoro argumentando que la frase domuit vascones no la pronunció un rey visigodo:
“”Domuit vascones, la escribió Isidoro de Sevilla en su obra titulada Chronica Hispalensis, en la que al contar la historia de todos los reyes visigodos, consigna al final de la vida de cada rey, como si fuese un estribillo, esa frase: “Et domuit vascones” (...) Merece la pena ser fiel en la referenciación de los símbolos y de la historia, máxime en estos tiempos en que los falsificadores profesionales de la historia nos acusan de falsearla a nosotros”.
Pues dicho todo lo dicho y aunque parezca increíble la expresión domuit vascones es apócrifa. No es cierta, nunca fue escrita. No existen los citados cronicones de los reyes godos. La principal y casi única fuente de la época visigoda son las obras de san Isidoro de Sevilla, que nunca escribió la obra Chronica Hispalensis que cita Patxi Zabaleta. Si con ella se refiere a la Historia de Regibus Gothorum, tampoco en esta obra de san Isidoro de Sevilla ni en ninguna otra escrita por éste, aparece la celebre frase domuit vascones.
Armando Besga, doctor de la Universidad de Deusto, en su obra publicada en 2001 Domuit vascones. El País Vasco durante la época de los reinos germánicos. La era de la independencia, escribe sobre el tema:
“Aunque parezca increíble, lo cierto es que la dichosa expresión “domuit vascones” no aparece ni una sola vez en las fuentes de la época de los reinos germánicos, lo que demuestra cómo se ha hecho una parte de la historia de los vascones, que, además, ha trascendido mucho”
Terminamos volviendo a citar las mismas palabras de Patxi Zabaleta:
“Merece la pena ser fiel en la referenciación de los símbolos y de la historia, máxime en estos tiempos en que los falsificadores profesionales de la historia nos acusan de falsearla a nosotros”.
Pues eso.

lunes, 30 de marzo de 2009

Reflexiones sobre la intervención de Caja Castilla-La Mancha

Como es sabido, el domingo 29 de marzo Caja Castilla-La Mancha ha sido intervenida por el Banco de España ante su grave situación financiera (la auditoría encargada por UNICAJA para estudiar su posible fusión cifraba un agujero de 3.000 millones de euros). Respecto a esto quiero hacer las siguientes reflexiones:
1º.- Los miembros del Consejo de Administración de Caja Castilla-La Mancha son los siguientes: Presidente Juan Pedro Hernández Moltó, Diputado por el PSOE en varias legislaturas, se hizo famoso por su ataque a Mariano Rubio en el parlamento (“Míreme a los ojos Sr. Rubio, si es que todavía le queda vergüenza ...”, frase para la posteridad); Vicepresidente primero Federico A. Rodríguez Morata, Concejal del PSOE en Albacete; vicepresidente segundo Ángel Nicolás García, ex presidente de la Federación de Empresarios de Toledo FEDATO; Consejero Secretario Ismael Cardo Castillejo, Vocal de la Junta electoral de Cuenca por el PSOE; Vocal Amalia Blanco Paños, Presidenta mujeres Empresarias de Albacete AMEPAP; Vocal Augusto Germán Chamón Arribas, Concejal de Altarejos por el PP; Vocal Florencio Fernández Gutiérrez, Alcalde de Urda por el PSOE; Vocal José María Fresneda Fresneda, Secretario General del Sindicato ASAJA; Vocal Luis Francisco Galán Polo, a propuesta del PP; vocal Carlos Jiménez Morante, sindicalista de la UGT; Vocal Emilio Loriente Piqueras, a propuesta del PP; Vocal Antero Luján Alzallu, en representación de los impositores; Vocal Tomás Martín- Peñato Alonso, Diputado del PP; Vocal José Fernando Sánchez Bódalo, Alcalde de Alcazar de San Juan por el PSOE; Vocal Eugenio Sánchez García, Diputado regional por Albacete del PSOE.
De los 15 miembros del Consejo de Administración de CCLM: 10 son políticos (6 del PSOE, incluyendo al presidente y a uno de los vicepresidentes y 4 del PP, todos vocales) y 2 son sindicalistas (1 de la UGT y otro de ASAJA). Es decir, 13 de los 15 miembros del Consejo de Administración estaban ahí por ser políticos o sindicalistas.
Esta situación es extrapolable a todas las demás Cajas de Ahorros existentes en España, que son controladas por representantes de los Partidos Políticos dominantes en el ámbito territorial de la Caja de turno. Y yo pregunto ¿se puede dejar una gran parte del sector financiero español en manos de unas Cajas controladas por cargos políticos, en la muchos casos sin preparación ni formación en temas financieros?.
2º.- Las Cajas están muy vinculadas al negocio de la construcción. Son, en mayor medida que los Bancos, las que financian la construcción de viviendas en España. Con el sector de la construcción en crisis es lógico que las Cajas también lo estén. De esto no son culpables los directivos políticos de las Cajas. Pero yo me pregunto ¿con una dirección menos política y más profesional no se habría tratado de minimizar riesgos? Por ejemplo, ¿Cuántas viviendas le habrá enganchado el Pocero a CCLM en un proyecto tan arriesgado y dudoso como el de Seseña?.
3º.- Las Cajas debido a su dirección política son propensas a involucrarse en proyectos de marcado carácter político y dudosa rentabilidad económica a medio y largo plazo. Por ejemplo, en el caso de CCLM un aeropuerto para Ciudad Real. Estos proyectos, desde luego, no ayudan a sanear sus cuentas.
Este es el tipo de reflexiones que deberíamos hacer los ciudadanos para exigir de los políticos los cambios necesarios para que situaciones como la de CAJA CASTILLA-LA MANCHA no se vuelvan a producir. Porque al final, quién va a avalar la mala gestión de esta Entidad somos todos con nuestros impuestos. Y estamos hablando de 9.000 millones de euros ya aprobados por el Consejo de Ministros el mismo día 29 de marzo. Casi nada.

viernes, 6 de febrero de 2009

Vale por seis porvos


Bucear en la historia es una actividad enriquecedora siempre que se haga con ánimo sano y no por puro afán revanchista o por armarse de argumentos para atrincherarse y lanzárselos, cual bomba de mano, al rival ideológico. Como reza la letra de una popular canción “dicen los viejos que en este país hubo una guerra ...” y esa guerra, la Guerra Civil española, esta plagada de hechos sangrientos, hasta salvajes (el repertorio de formas de asesinato en nuestra Guerra Civil supera la imaginación de cualquier guionista de película gore), pero también de anécdotas chungas y grotescas. Me voy a quedar en una de estas últimas refiriéndome a un vale expedido por uno de esos comités anarquistas que campaban a sus anchas por los pueblos y ciudades de la zona republicana. Como se sabe, un vale es un bono o tarjeta que se entrega como contraprestación por algún servicio o mercancía y sirve para adquirir algo en contrapartida. Pues bien, el autoproclamado Comité de Milicias y Defensa de la Ciudad expidió en Toledo el 21 de septiembre de 1936 un “vale por seis porvos con la lola” y en nombre de “Er Comite” firma “Responsable”. Si hasta lo aquí trascrito da para mucho cachondeo, la coletilla que figura al pie ya es impagable: “No se puede trasferí”.
Yo propongo a los historiadores que investiguen bien las circunstancias en que nació el expresado documento porque permitirá arrojar luz sobre la génesis y desarrollo de nuestra Guerra Civil. Hay algunos datos que necesitan una aclaración. Primero de todos ¿quién era la Lola?. Evidentemente una proletaria del sexo, es decir, una puta. Pero, ¿era lo que se dice una mujer de rompe y rasga o más bien un adefesio ?. Aclarar esta cuestión permitirá esclarecer otras dos cuestiones interesantes: a quién se expidió el vale y qué meritos reunió para hacerse acreedor a los “seis porvos”. Por que hay que reconocer que no valen lo mismo “seis porvos” con Elsa Pataky, que “seis porvos” con Rossy de Palma, por ejemplo. Entiendo que para seis polvos con una mujer de primera habría que haber hecho algo auténticamente heroico, como lanzarse a pecho descubierto contra las defensas del Alcázar volando algún nido de ametralladoras. Por el contrario, para seis polvos con un putón desorejado bastaría algo menor, como haber encontrado algún curilla escondido o, al menos, un sacristán, o incluso haberle conseguido una botella de buena cazalla para “Er responsable”. Yo me inclino por pensar que la desconocida Lola debía ser más bien lo segundo que lo primero, por cuanto de haber sido una mujer de rompe y rasga a buen seguro que por seis porvos los aguerridos anarquistas habrían tomado el Alcázar y lo que se terciase. Pensad, ¿qué no haría uno por seis polvos con una mujer como Elsa Pataky ?. No uno ni dos, ¡¡ sino seis !!.
Otra cuestión a aclarar, que tampoco es menor, es si los “seis porvos” se debían cobrar “al contado” o “a plazos”. La cuestión no deja de tener su importancia, por que si el acreedor, posiblemente un fervoroso miliciano anarquista, tenía que pegarle seis polvos seguidos a la Lola, ya me diréis como llegaría el amigo al día siguiente a la línea de asedio del Alcázar. Ahora me explico por qué ni con dos bombazos que volaron medio edificio al Tajo, pudieron tomarlo. ¡Y luego dirán que fue merito de los defensores !. Un huevo. Fue la Lola. ¿No sería una agente franquista infiltrada?.-
Yo creo que lo anterior sería lo más importante a aclarar en el documento de marras. Una cuestión menor sería la de determinar quién es el autor del vale. Aunque es evidente que poner nombre y apellidos al que firma como “Responsable” no tiene el mismo aliciente que lo anterior. Como los anarquistas, tan amantes de la libertad propia, huían como de la peste de cualquier denominación que tuviese connotaciones jerárquicas (como “jefe”, “presidente” o “autoridad”), con ese nombre de Responsable designaban al jefe de cualquier Comité revolucionario. Debía tratarse por tanto de cualquier mandamás anarquista de la zona de Toledo con un evidente odio hacia la lengua de Cervantes a la que asesinó en apenas una decena de palabras.-
Ya por último una breve referencia a ese enigmático “no se puede trasferí”. Yo creo en esa frase está la quintaesencia del anarquismo en estado puro. Solo por esa expresión este documento debiera figurar en los ensayos más serios sobre la ideología anarquista, junto con las aportaciones de Proudhon, Bakunin o Kropotkin. ¿Que exagero ?. Lo más mínimo. La imposibilidad de transferir el vale lo deja fuera del comercio capitalista. Si pudiera transferirse el vale, yo, José, que tengo un vale de seis polvos con la Lola, podría cambiárselo a Antonio, desesperado este por una moza, por sus veinte botellas de orujo. Y luego esas veinte botellas de orujo, yo podría cambiárselas a Pedro por su rebaño de treinta ovejas y así, pasito a pasito, con ese cochino comercio capitalista, podría llegar a convertirme en un cerdo plutócrata. Un opresor de la clase proletaria. Ese “no se puede trasferí” es un torpedo a la línea de flotación de la economía de mercado. Es más letal para el capitalismo que una hipoteca suprime a un ninja de Lavapiés.-
Si os pensáis que el citado vale no existe. Aquí os mando su reproducción, evidentemente fidedigna porque es imposible que alguien se le pueda ocurrir algo así (ni siquiera a un humorista de la Codorniz o del Jueves en una noche de pedo).-

sábado, 10 de enero de 2009

Las canciones de Mamadou

En el año 2005 el gobierno español presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, inició un proceso de regularización masiva de inmigrantes. Al final del proceso el ministro de Trabajo Jesús Caldera anunció que unos 600.000 inmigrantes habían obtenido el permiso necesario para residir legalmente en España. La oposición y varios gobiernos de la Unión Europea criticaron la medida adoptada unilateralmente por el gobierno español por considerar que la legalización masiva producía un efecto llamada que atraería a otros cientos de miles de inmigrantes, especialmente, del Norte de África y el África subsahariana. Estos son datos, lo que sigue a continuación, es en su mayor parte una ficción.-

Mamadou llevaba más de un mes esperando a embarcar para España. Junto con más de cien vivía en un albergue secreto para subsaharianos en la ciudad mauritana de Nuadibú. La casa estaba regentada por Ene, un moro blanco que había abandonado su profesión de ferretero para dedicarse al más lucrativo negocio de alojar emigrantes ilegales. Les cobraba mil quinientos ouidas -unos cinco euros- a la semana y ganaba más de quinientos euros al mes, seis veces más que el salario medio de un mauritano. Lo de albergue secreto era un decir. Todo el mundo sabía a que se dedicaba Ene y, por supuesto, también la policía, pero bastaba una módica cantidad para que le dejaran en paz. Allí Mamadou y los demás esperaban su oportunidad de embarcar en algún cayuco hacia las Canarias. Por la noche los emigrantes se reunían en el patio de la casa y alrededor de una improvisada hoguera cantaban canciones tradicionales de sus tierras. Unas eran alegres y hablaban de amor y vida y otras tristes que hablaban de desesperanza. Mamadou recostaba su cuerpo de metro ochenta en la pared y con sus inmensos ojos miraba el cielo limpio y estrellado de África soñando con un futuro de esperanza. El grupo se había ido incrementando con el paso del tiempo formando un variopinto conglomerado con jóvenes, no tan jóvenes y alguna mujer, de las más diversas procedencias: Senegal, Guinea, Costa de Marfil, Mali o Gambia. Había incluso dos mujeres embarazadas que esperaban para embarcar. Les habían dicho que si su hijo nacía en España, la madre y el padre tendrían derecho a quedarse. Pero todo eran rumores.-
El mundo de la emigración estaba plagado de rumores y Mamadou estaba harto de rumores. Hacía tres años que había salido de su aldea en Senegal. Con diecisiete años no veía futuro en aquella mísera vida. Pastorear cinco cabras y cultivar un poco de maíz no era suficiente. Había ido a la escuela y había aprendido lo suficiente para saber que quería algo más en esta vida. En la misma aldea eran varios los que ya se habían ido antes a Dakar, entre ellos su primo Cheikh, y él tomó la decisión de seguir el mismo camino. Dura fue la despedida de su padre Abdou y de su madre Awa y de sus cinco hermanos. Lloró cuando les abrazó porque no sabía si volvería a verlos algún día Después de catorce días andando y haciendo auto stop llegó a los alrededores de la gran ciudad. En Dakar, dos millones de habitantes, sin clanes ni tribus, cada cual subsiste como puede. La vida era muy dura. Mamadou trabajaba por el día en una obra y por la tarde, al caer el sol, hacía de camarero en un bar del puerto frecuentado por prostitutas y marineros. Aquello no era mucho mejor que la vida en la aldea. Cuando se juntaba con otros jóvenes las conversaciones siempre terminaban en el mismo tema recurrente: viajar a Europa en busca de un futuro mejor. Europa era la meta. Pero ¿cómo llegar hasta allí?. En Dakar Mamadou había encontrado a su primo Cheikh. El hacía un año que había dejado la aldea y estaba ahorrando para el gran viaje. Mamadou decidió que él también viajaría a Europa. Ahorraría para el viaje y tomaría la tounkara, como llaman al sur del Sahel a la ruta que los africanos emprenden para llegar a Europa.-
Tras meses y meses de ahorro al fin había podido reunir unos cientos de euros, cantidad que Mamadou y su primo Cheikh creían suficiente para el viaje. Se subieron a un camión, como otros muchos que seguían su mismo camino. Era un río humano en dirección al norte. Después de varios días de viaje por carreteras polvorientas y varios trasbordos de camión, llegaron al río Senegal que separa Senegal de su vecino Mauritania. Para pasar a la ciudad mauritana de Rosso fue necesario sobornar a los policías fronterizos de uno y otro país. Pero el viaje debía continuar hacía el norte. En Mauritania la población, mayoritariamente árabe y berebere, les miraba con altivez y evidente desprecio.-
Después de varias semanas viajando al fin llegaron a Nuadibú al norte de Mauritania. En la ciudad y sus alrededores miles de subsaharianos nutrían el lucrativo negocio de la emigración ilegal. Todos esperaban la llegada del contacto mauritano que les dijera cuándo y dónde tenían que embarcar en el cayuco que les llevaría a España y el precio que tenían que pagar. Por el día deambulaban por la ciudad. No hacía falta esconderse. La policía sabía quienes eran y lo que esperaban. La posibilidad que les repatriasen a sus países de origen era más que remota. En las playas la vigilancia se reduce a varios soldados que hacen turnos en el faro que hay en la punta del Cabo Blanco, a quince kilómetros al norte de la ciudad. Allí con sus prismáticos pueden ver cruzar los cayucos en dirección norte. Es una zona peligrosa con fuertes vientos y han presenciado desde allí más de un naufragio sin poder hacer nada por los emigrantes que se debatían sobre las olas como pájaros mojados. La mayoría no sabe ni nadar. Los soldados sólo tienen una linterna y un silbato, ninguna radio. Tampoco tendrían a quien avisar de los naufragios. El gobierno mauritano solo tiene dos patrulleras para vigilar mil kilómetros de costa y una de ellas, además, yace averiada en el dique seco del puerto desde hace meses.-
Algunas tardes Mamadou y su primo Cheikh recorrían las dunas y las playas del norte de la ciudad. Allí habían conocido a otros grupos de emigrantes que ocultos esperaban la salida hacía Canarias. Un día llegaron más al norte hasta la playa de Cabo Blanco. Los restos de los naufragios ocupaban metros y metros de arena. En la playa se podían ver las dos casetas que en su día hicieron de improvisados puestos de control de las autoridades mauritanas. Estaban abandonadas desde hacía años. Un cayuco permanecía varado muy cerca de la orilla. Eran los restos de un naufragio reciente. En su interior se podían ver algunas de las pertenencias que llevaban los inmigrantes. Junto a él había un cuerpo arrojado por el mar. Estaba hinchado por el agua, era imposible distinguir sus facciones. Mamadou tuvo que apartar su rostro. No soportaba su visión, pero a la vez algo le atraía hacía aquel cuerpo abandonado en la playa. Mamadou y su primo Cheikh sabían de los naufragios y que algunos emigrantes no llegaban nunca a su destino. Por la noche, al calor de la hoguera en el patio de la casa de Ene, hablaban de eso. Aunque no lo decían claramente, tenían miedo. Miedo a la muerte en el mar. Todos eran religiosos y en el fondo de su ser le pedían a Dios un destino mejor que el de aquellos que la marea arrastraba a las playas.-
Un día llegó al albergue de Ene el mauritano que estaban esperando. Se llamaba Ahmed y era un berebere, antiguo pescador de la zona, que ahora se dedicaba a conseguir los cayucos que luego vendía a los inmigrantes que desesperados esperaban para cruzar el Atlántico hasta las Islas Canarias. Les dijo que tenía un cayuco preparado en el que cabían sesenta personas que tendrían que pagar quinientos euros cada uno para subir a la barca. No había espacio para todos, ya que el grupo que habitaba la casa pasaba de las cien personas. Esa noche, al calor de la hoguera, decidieron sortear los puestos. Ni Mamadou ni su primo Cheikh estuvieron entre los afortunados. A la mañana siguiente, antes de que amaneciera, llegó Ahmed y el grupo de los sesenta se despidió de los demás. Sabían que no iban a un viaje de placer y el miedo marcaba sus rostros. Varias mujeres y algún adolescente formaban el grupo. Los que se quedaban les desearon lo mejor y le rezaron a Dios para que les protegiese.
Unos días después de la partida un hombre llegó al albergue de Ene. Algunos ya lo conocían porque habían oído hablar de él. Era el padre Jerome, un sacerdote católico que dirigía una pequeña iglesia y una escuela. Una labor difícil en un país musulmán. El padre les dijo que hacía unos días había naufragado un cayuco y el mar había expulsado a la playa varias decenas de cuerpos. Al saber que de ese grupo había partido un cayuco unos días antes, les pidió que algunos de ellos les acompañara al depósito de cadáveres para intentar reconocer los cuerpos y enviarlos a sus familiares. Mamadou, Cheikh y otros dos subieron al vehículo. Durante el viaje por la ciudad el padre Jerome les contó que, aunque nadie sabía la cifra exacta, él pensaba que al menos la mitad de los emigrantes que salían en cayuco perdían la vida en el mar. Él servía de enlace entre aquellos que intentaban cruzar a España y sus familiares y cuando los emigrantes llegaban a su destino le avisaban para que se lo comunicase a sus familias, pero solo la mitad de los que salían le llamaban. Les contó que en un cajón guardaba las cartas de los triunfadores de Nuadibú, de aquellos que lo habían conseguido. En ese cajón faltaba las cartas de muchos. Mamadou, su primo y los otros dos se miraban nerviosos. No era más que otro rumor de los muchos que corrían, pero el padre Jerome parecía hablar con mucha seguridad. Les contó como las autoridades españolas presionaban al gobierno mauritano para que controlase la emigración ilegal y como le pagaba importantes sumas de dinero para comprar camiones y lanchas para vigilar las playas y el mar, pero ese dinero no iba a parar a donde los españoles querían.-
En el depósito de cadáveres de Nuadibú, un edificio destartalado, pudieron ver sobre mesas de piedra los cuerpos hacinados de quince personas. Sus caras estaban desfiguradas y sus cuerpos hinchados por el agua. A Mamadou le recordaban a aquel cuerpo que había visto en la playa de Cabo Blanco. A duras penas pudieron reconocer a algunos de ellos, pero si que eran del grupo que salió del albergue de Ene. Le dijeron sus nombres al padre Jerome y al encargado del depósito, pero no la dirección de sus familiares, ya que tan solo sabían sus países de origen. El regreso fue silencioso y tenso. Las palabras del padre Jerome habían hecho anidar la intranquilidad en sus corazones. Por la noche, alrededor de la hoguera, Namadou les contó a los demás lo que el sacerdote les había dicho. El silencio era sepulcral. Habían oído historias parecidas antes, pero nadie se lo había contado de forma tan cruda. La mitad de los que allí había no vivirían para contar el viaje que iban a emprender. Aquella noche no hubo cantos. Todos se fueron a dormir, aunque pocos pudieron conciliar el sueño.-
Tres días después, regresó Ahmed, el ambiente seguía muy tenso. Apenas pudo hablar para decir que tenía otro cayuco preparado, y los subsaharianos le bombardearon con reproches. Le acusaron de llevarles a una muerte segura. El les contestó que nunca les había engañado. Siempre les había dicho que era un viaje difícil, pero que el premio merecía la pena. Ellos le acusaron de traficar con sus vidas por mero interés económico. Por supuesto que él no negó que aquello lo hacía por dinero, pero ellos a cambió ganaban un pasaje hacía un futuro mejor. Aquella discusión no sirvió para tranquilizar los ánimos, y el nerviosismo continuó en el grupo.
Dos días después regresó Ahmed. Traía unas hojas plastificadas de un periódico mauritano. El grupo se arremolinó alrededor del berebere. Allí pudieron leer en francés unas declaraciones en las que el ministro de trabajo del gobierno español decía que en el último año se habían legalizado seiscientos mil inmigrantes que ya estaban trabajando, ya que la economía española había creado más de un millón de empleos, que solo en los últimos meses se habían concedido ciento treinta mil permisos de residencia y que seguía siendo necesario contratar más personas en el exterior para trabajar en España. Los subsaharianos se pasaban las hojas unos a otros y las leían comentándolas. Ahmed les dijo que por supuesto el viaje era duro y peligroso, muchos morían, pero allí –dijo señalando donde estaba el mar- está España, Europa y un futuro de trabajo. A la mañana siguiente, volvería y el que quisiese podría pagar el billete y venirse con él a por el cayuco.-
Aquella noche también hubo canciones alrededor de la hoguera. No eran alegres. Hacía días que no cantaban canciones alegres. A menudo se interrumpían para comentar unos con otros. Discutían nerviosos, se acaloraban y acababan chillando. Estaban nerviosos. Muchos no sabían que hacer. Otros habían tomado ya la decisión de arriesgarse. Mamadou y su primo Cheikh irían. Otros muchos decían que no, pero tampoco volverían a sus lugares de origen. Esperarían, no sabían el qué ni para qué. Aquella noche pocos pudieron conciliar el sueño.
Antes de que el sol apareciese por el horizonte, llegó Ahmed. Interrogó al grupo y al final setenta le pagaron los quinientos euros que costaba el pasaje. Precio de crucero turístico para un viaje en un ataúd flotante. Entre ellos estaban Mamadou y su primo Cheikh. También en el grupo iban una mujer embarazada y dos menores, tras media hora de viaje llegaron a una playa del norte de Nuadibú donde varado en la arena estaba el cayuco cargado de latas de sardinas, pescado seco, galletas y cacahuetes, doscientos litros de agua y mil doscientos de gasolina. Ahmed les entregó un GPS explicándoles su funcionamiento e indicándoles hacía un punto indeterminado del mar, les dijo –hacía allí, a ochocientos kilómetros, siempre hacía el noroeste, está España, hacía allí tenéis que ir y en tres días llegareis- y sin despedirse ni desearles ni siquiera suerte, se dio la vuelta y desapareció entre las sombras de la noche.-
La travesía se inició cuando las primeras luces del sol clareaban el día. Nada más iniciar su viaje se percataron de lo precaria de su embarcación. Aunque la mar estaba bastante tranquila y las olas no superaban el metro de altura, eran suficiente para zarandear la embarcación. Mamadou y los demás temblaban de pensar que pasaría si se levantaba un temporal fuerte. El motor yamaha de cuarenta caballos de potencia empujaba lentamente el cayuco que estaba sobrecargado en exceso. Llevaban varias horas de viaje y aún no habían perdido de vista la costa mauritana. El sol calentaba con fuerza. El agua de mar, salpicada golpeaba sus caras. Tenían sed, pero bebían con moderación y siguiendo turnos establecidos. El agua no podía faltar. Cuando se acababa el combustible del depósito, lo rellenaban. Lo hacían con cuidado, pero aún así no podían evitar que una parte cayera al fondo del cayuco donde se mezclaba con el agua que las olas al golpear salpicaban dentro de la embarcación, formando una sustancia viscosa que mojaba los pies de los embarcados. Los navegantes oteaban el horizonte en todas las direcciones y se miraban unos a otros sin apenas intercambiar palabras. Así pasaron el primer día de travesía. Siempre en dirección noroeste, en busca de las costas españolas. La noche cayó sobre ellos y las temperaturas bajaron bruscamente. El frió era muy intenso. Estaban húmedos y se tapaban como podían con las pocas mantas que había. Esa noche no hubo canciones. Todas temblaban acurrucados unos con otros. Los que peor lo pasaban eran la joven embarazada y los dos menores.
Al norte, en la isla española de Lanzarote, el presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero disfrutaba de sus últimos días de vacaciones en la residencia de La Mareta junto con su esposa Sonsoles Espinosa, y sus dos hijas, Laura y Alba. La casa situada junto al mar, en Costa Teguise, fue un regalo del Rey Hussein de Jordania al rey de España Don Juan Carlos, que, a su vez, la cedió, a Patrimonio Nacional. Era el segundo verano que el presidente y su familia pasaba en esta residencia. El Estado español se había gastado más de doscientos setenta mil euros en acondicionar la casa para la familia Zapatero, unas obras que fueron supervisadas por la propia esposa del presidente español. Aquel día de verano José Luis Rodríguez Zapatero había disfrutado al atardecer de un partido de baloncesto en la propia pista de la residencia. Casi nueve mil euros había costado pintar y marcar la cancha. Jose Miguel Contreras, consejero delegado de la cadena de televisión La Sexta, un escolta y un joven asesor del propio presidente habían sido sus compañeros de partido. En un descanso, Zapatero había estado departiendo con uno de sus asesores sobre las últimas encuestas. La inmigración ilegal había pasado a ser la principal preocupación de los españoles, por encima incluso del terrorismo. No era de extrañar. En un solo fin de semana más de ochocientos cincuenta inmigrantes habían llegado en cayuco a las Islas Canarias. El continuo flujo de cayucos a las costas canarias eran portada diaria en los periódicos españoles y en los informativos de televisión y no había día que no ofreciesen las imágenes de inmigrantes muertos en las playas españolas. Incluso las encuestas confidenciales que manejaba el gobierno, esas de uso interno que nunca se publicaban en la prensa, señalaba a la inmigración ilegal como causa de la bajada en dos décimas en la apreciación de la imagen que los españoles tenían del presidente del gobierno. Rodríguez Zapatero quería acabar con esos titulares que socavaban la credibilidad de su gobierno y su propia imagen personal. Y la marea no parecía tener fin, ya que el presidente disponía de informes de los servicios de inteligencia de la Policía española según los cuales podía haber más de cuatro mil cayucos en las costas mauritanas preparadas para intentar la travesía hasta el archipiélago canario. Además del efecto en la opinión publica, Coalición Canaria, el partido que gobernaba las Islas y su socio en el parlamento español, no paraba de presionar al gobierno para que tomara medidas que acabaran con esa avalancha humana. A la vuelta de las vacaciones habría que tomar medidas, tanto por parte del Ministerio del Interior para reforzar la vigilancia como por el de Ministerio de Asuntos Exteriores para presionar a los países de origen. El día anterior había estado hablando con el Ministro de Trabajo, Jesús Caldera, para comentar los buenos resultados de la última reforma laboral, pero nada había hablado sobre inmigración. En el descanso de partido también habló con su amigo José Miguel Contreras sobre el tratamiento informativo de la emigración y también sobre los primeros pasos de la nueva cadena televisiva, La Sexta. Si -pensó Zapatero- a la vuelta de las vacaciones habría que tomar medidas, dos décimas de bajada en su imagen pública era preocupante. Pero ahora iba a continuar disfrutando de una tarde maravillosa sobre la costa Teguise. Junto a la cancha de baloncesto, en la piscina, su esposa Sonsoles Espinosa, recostada en una hamaca, disfrutaba con la lectura del Vogue.-
Al sur, cerca de las costas mauritanas, el amanecer sorprendió a los navegantes con olas de más de tres metros. El cayuco se zarandeaba de un lado a otro y los subsaharianos se acurrucaban intentando parapetarse tras los paramentos de la embarcación. La tarea de llenar de gasolina el depósito del motor se había convertido en un trabajo complicado. La gasolina desparramada iba a parar al fondo de la barca, con el agua y los vómitos, ya que todos ellos tenían el estomago revuelto. La comida estaba empapada y el fuerte aire golpeaba sus rostros, quemándoles la piel. Aquello era un infierno. En mas de una ocasión alguna ola golpeo con tal brutalidad la embarcación que ésta parecía que iba a volcar. Entraba tanta agua que todos tenían que achicarla aun con las propias manos para evitar que la barca fuera a plomo al fondo del océano. Un cielo plomizo confundían en el horizonte el mar y el cielo siendo imposible distinguir donde terminaba uno y donde empezaba el otro. El temporal duró tres días que fueron los más largos en la vida de Mamadou. Durante ese tiempo, el temporal los había empujado hacía el nordeste, acercándolos a las costas del Sahara, y el GPS les indicaba que todavía estaban a cuatrocientos kilómetros de España. Las costas de Gran Canaria y Fuerteventura parecían ser las más próximas. El agua se había terminado y la comida escaseaba. Esa noche habían perdido a un joven guineano, muerto por culpa del intenso frío. La muerte del compañero de viaje les había asestado un duro golpe a la moral de resistencia.
El quinto día de navegación amaneció con un mar más calmado. El sol comenzó a calentar y a mitad de día caía a plomo sobre la embarcación. La mezcla de agua salada, la gasolina y los rayos del sol había provocado úlceras en las piernas de la mayoría. Los labios se les habían cortado y hubieran tenido difícil comer, si es que hubieran tenido algo que llevarse a la boca, porque las provisiones se habían acabado, así como el agua. Había varios que estaban extremadamente débiles, especialmente la mujer embarazada y los niños. El motor ronroneaba empujando la embarcación en dirección noroeste. El temporal había perjudicado seriamente su potencia y apenas avanzaban unos cinco kilómetros a la hora. Ya solo unos pocos tenían fuerzas para achicar el agua y llenar el depósito del motor. Mamadou y su primo Cheikh sentían que las fuerzas se le escapaban. Especialmente Cheikh, que pasaba la mayor parte del tiempo adormilado y sin apenar fuerzas para incorporarse. El frío durante la noche era intensísimo. Perdieron la noción del tiempo. Se turnaban para gobernar la embarcación, pero en más de una ocasión aquel a quien le tocaba, ya no se levantaba. Perdían el conocimiento, como paso previo a la muerte por frío e inanición. Optaron por arrojar los cadáveres por la borda, algo contrario a su religión, pero una medida necesaria por salubridad. Mamadou lloró lagrimas de rabia e impotencia cuando tuvo que lanzar por la borda el cuerpo de la joven embarazada y los de los dos niños. Ya no sabía los días que llevaban en el mar. El GPS no funcionaba. O se habían acabado las pilas o el temporal lo había estropeado. La última indicación señalaba que la isla española de Fuerteventura estaba a cincuenta y cinco kilómetros hacia el oeste, pero ya apenas tenía fuerzas para gobernar la embarcación. Cheikh yacía en la barca. No se movía y apenas abría los ojos unos minutos al día. Mamadou se abrazaba a él durante las noches intentando darse calor mutuamente. Le susurraba al oído palabras de ánimo, pero una noche de intenso frío murió en sus brazos.-
A unos ochenta kilómetros al norte, la familia del presidente de gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero había decidido aprovechar que el día había amanecido con un mar en calma después de varios días de temporal, para salir de excursión marítima por las calas del sureste de Lanzarote. Así Sonsoles Espinosa, esposa del presidente, podría practicar su deporte favorito, el buceo. La embarcación del presidente iba escoltada por tres lanchas zodiacs de la Guardia Civil ocupadas por agentes del Servicio Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil y personal de Seguridad de La Moncloa adiestrados en el buceo y que se zambullirían junto a la esposa del presidente para velar por su seguridad. A una milla la patrullera M 04 de la Guardia Civil vigilaba para que nadie accediese a la zona acordonada para el disfrute y la tranquilidad de la familia del presidente. Esta patrullera con base en Fuerteventura había sustituido a la que habitualmente patrullaba las costas de Lanzarote y que estaba en reparación después de chocar en las inmediaciones de Órzola. Mientras su esposa bucea, Rodríguez Zapatero hojea El País en la cubierta del yate.
En el cayuco ya solo Mamadou dirige como puede la embarcación. Apenas tiene fuerzas para llenar el depósito del motor cuando se vacía. Algunos bebieron desesperados agua de mar y han muerto delirando. Los cuerpos de los fallecidos están hacinados en el suelo, ya nadie achica el agua y los cuerpos flotan sobre el agua que se ha acumulado en el fondo de la embarcación. Ya nadie tiene fuerzas para arrojarlos por la borda. El olor que desprenden los cuerpos de los fallecidos hace días es insoportable. Con el timón fuertemente aferrado, Mamadou dirige el cayuco siempre hacía el oeste haciendo un supremo esfuerzo de supervivencia. A veces parece descubrir tierra en el horizonte, pero es tan solo un espejismo. Poco a poco va desfalleciendo, cierra los ojos y sueña con su aldea, con su padre Abdou y su madre Awa, corretea alrededor de su pequeña casa de adobe junto a sus amigos de la infancia. En su sueño mira al cielo de África y aquel sol de su infancia es el último pensamiento que corre por su mente antes de fallecer. Su cuerpo quedó apoyado sobre el timón y así fue como lo encontraron los hombres de la embarcación de la Cruz Roja española que descubrieron el cayuco. Estaba apenas a siete millas de la costa de Fuerteventura. La noticia al día siguiente en los periódicos y en los informativos de televisión españoles fue que un cayuco con treinta y ocho subsaharianos fallecidos a bordo había sido descubierto por una embarcación de la Cruz Roja a escasas millas de las costas canarias. Lo que no podrían contar sería los detalles del drama vivido en la embarcación. Setenta vidas habían quedado truncadas en busca de su sueño de una vida mejor. Al fin y al cabo cada uno de ellos buscaba lo mismo que todos nosotros: una vida mejor para ellos y los suyos.

En marzo de 2008 el PSOE ganó las elecciones y José Luis Rodríguez Zapatero volverá a ser presidente del gobierno durante la próxima legislatura. A los pocos días de su victoria, Zapatero anunció a Jesús Caldera, hasta entonces ministro de Trabajo, que no continuaría en el gobierno. Corre por los medios periodísticos una conversación entre Zapatero y Caldera, cuya autenticidad se ha confirmado por el entorno de ambos. "Jesús, te vas por que tu política de inmigración me ha costado muchos votos" –le dijo Zapatero al ministro Caldera, que le respondió "Será la tuya, presidente", terminando la conversación cuando Zapatero le dijo "Bueno. Es lo mismo, el que se va eres tú".

En el cementerio de Puerto del Rosario en la Isla de Fuerteventura entre los varios nichos anónimos de emigrantes fallecidos hay uno con una inscripción sobre el cemento sin lucir que dice “D.E.P. Emigrante sin identificar. 27-08-2006”. Allí, sin que nadie lo sepa, yace Mamadou. Lejos de los suyos, sin nadie que le rece ni cuide de su tumba. El triste destino de cientos y cientos de inmigrantes.-