Para Sabino Arana, padre del nacionalismo vasco, el pasado histórico de los vascos es el de un pueblo perpetuamente independiente, nunca conquistado ni sometido, y por lo tanto legitimado para retornar a la independencia temporalmente e injustamente perdida. Así escribía Arana “... pero a Bizkaya ni la tocaron los bárbaros ni consiguieron jamás conquistarla los visigodos ...”.
Es en este contexto nacionalista de un pueblo vasco nunca reducido por los visigodos donde hay que situar la expresión domuit vascones, expresión latina que significa “dominó a los vascones”. Su origen está probablemente en la Historia Vasca de fray Bernardino de Estella, publicada en 1931, según la cual:
“En las Crónicas de los reyes visigodos se encuentra una frase constantemente repetida: Domuit vascones (subyugó a los vascones). Vencer a los vascones fue la idea que abrigaron casi todos los reyes visigodos. Pero esa frase, siempre repetida hablando del mismo pueblo, indica claramente que jamás lograron dominar a las tribus vascas.”.
De esta expresión se hicieron eco con posterioridad otros muchos historiadores nacionalista, como Ramírez Olano que en su obra escrita en 1939 decía:
“Los vascos permanecieron en lucha continua con los reyes godos, desde el primero hasta el último. Los cronistas de la época lo confirman (...) El domuit vascones aparece con repetición que por si mismo niega la verdad de la frase”
También en época más reciente la imagen de un pueblo vasco en permanente lucha con los visigodos y nunca dominado se repite en los historiadores nacionalistas. Así Anastasio Arrinda escribe en 1997:
“Todos los cronicones de la vida de los reyes godos o visigodos terminan con esta frase lapidaria: “Domuit vascones”, “dominó , venció, subyugó a los vascos” (...) Si cada rey visigodo se jacta de haber subyugado a los vascos, señal es de que nunca los subyugaron (...)”
Y Mark Kurlansky en su obra La Historia vasca del mundo, publicada en el años 2000, se hace eco de la expresión dándole un sentido actual:
“... las crónicas de las vidas de los monarcas visigodos concluyen con dos palabras “Domuit Vascones”. Todos los gobernantes de la Península hasta el actual Ejecutivo español han abrigado la misma intención “Hay que controlar a los vascos”.
Como no podía ser menos, esta expresión ha sido abundantemente instrumentalizada por el nacionalismo político para justificar sus reivindicaciones soberanistas. Así, por ejemplo, Iñaki Anasagasti haciendo referencia al papel que PSOE y PP pudieran jugar en las elecciones autonómicas de mayo de 2001, escribía en Deia:
“Por eso han iniciado la reconquista. El frentismo español diseña una vez más el “domuit vascones”
Estamos seguros que en el actual contexto político del País Vasco, Iñaki Anasagasti reeditaría su frase con mucho gusto.
También el actual presidente del PNV Josu Jon Imaz escribía en 2002 lo siguiente en contra del intento de aumentar los contenidos de historia nacional española:
“No pongáis vuestras manos en la educación de nuestros hijos. Ya sabemos lo que dan de sí (...) Para historia nacional, ya tenemos la nuestra. Muchos no tenemos esperanza alguna en vuestras propuestas en lo que a conocimiento curricular se refiere. Envolvedlas en esa lista de reyes godos cuyas biografías terminaban siempre en el “domuit vascones” (...)”
No solo la derecha abertzale representada por el PNV ha utilizado con profusión la expresión en sus argumentaciones reivindicativas, también por supuesto la izquierda abertzale. La propia ETA la ha utilizado en sus comunicados:
“(...) Y después de que en cada ocasión se proclamara el “domuit vascones”, desde los últimos rescoldos siempre se ha alzado, inspirándose en el aliento de nuestra “lingua navarrorum”, la sociedad que quiere ser libre, el humilde pueblo del euskara (...)”
También desde la misma izquierda abertzale Juan Kruz Aldasoro, que fuera miembro de la mesa Nacional de HB, hace su sorprendente aportación cuando dice:
“A lo largo de la historia, los vascos se han rebelado constantemente ante el ímpetu asimilador de dos grandes estados, España y Francia (...) Domuit Vascones fue la frase pronunciada por un rey visigodo hace más de dos mil años y es la frase que han tenido todos y cada uno de los “gobernadores” extranjeros en tierra vasca hasta nuestros días. Y todavía hoy, los vascos, de Domuit nada de nada”
Decimos sorprendente aportación por que el batasuno sitúa a los visigodos en España hace más de dos mil años, antes incluso del nacimiento de Cristo. Casi nada.
Más culto que el anterior, Patxi Zabaleta, dirigente de Aralar y miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca, corrige a Aldasoro argumentando que la frase domuit vascones no la pronunció un rey visigodo:
“”Domuit vascones, la escribió Isidoro de Sevilla en su obra titulada Chronica Hispalensis, en la que al contar la historia de todos los reyes visigodos, consigna al final de la vida de cada rey, como si fuese un estribillo, esa frase: “Et domuit vascones” (...) Merece la pena ser fiel en la referenciación de los símbolos y de la historia, máxime en estos tiempos en que los falsificadores profesionales de la historia nos acusan de falsearla a nosotros”.
Pues dicho todo lo dicho y aunque parezca increíble la expresión domuit vascones es apócrifa. No es cierta, nunca fue escrita. No existen los citados cronicones de los reyes godos. La principal y casi única fuente de la época visigoda son las obras de san Isidoro de Sevilla, que nunca escribió la obra Chronica Hispalensis que cita Patxi Zabaleta. Si con ella se refiere a la Historia de Regibus Gothorum, tampoco en esta obra de san Isidoro de Sevilla ni en ninguna otra escrita por éste, aparece la celebre frase domuit vascones.
Armando Besga, doctor de la Universidad de Deusto, en su obra publicada en 2001 Domuit vascones. El País Vasco durante la época de los reinos germánicos. La era de la independencia, escribe sobre el tema:
“Aunque parezca increíble, lo cierto es que la dichosa expresión “domuit vascones” no aparece ni una sola vez en las fuentes de la época de los reinos germánicos, lo que demuestra cómo se ha hecho una parte de la historia de los vascones, que, además, ha trascendido mucho”
Terminamos volviendo a citar las mismas palabras de Patxi Zabaleta:
“Merece la pena ser fiel en la referenciación de los símbolos y de la historia, máxime en estos tiempos en que los falsificadores profesionales de la historia nos acusan de falsearla a nosotros”.
Pues eso.
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